¿Qué sería de Chávez si no contara
con su mentor político Fidel Castro?
El asunto no sólo es parte de las especulaciones que hacen a diario los ciudadanos de a pie: ha sido también analizado por el personal diplomático estadounidense en el país. La alianza Venezuela-Cuba, una de las de mayor relevancia en América Latina en la última década, forma parte de los temas a los que más seguimiento ha hecho el servicio exterior de Estados Unidos, según se desprende de los cables filtrados a la prensa mundial por Wikileaks.
El impacto de una posible ausencia de Castro, los esfuerzos de los médicos cubanos para huir de Venezuela y el alcance de la penetración de la inteligencia cubana figuran en el catálogo de temas tratados en reportes que ya no son secretos. Estados Unidos no tardó en calibrar el impacto que tendría en Venezuela la enfermedad de Castro. En un cable secreto del 10 de agosto de 2006 –menos de un mes después de que se anunciara que no podía seguir al frente del Gobierno– se advirtió que la salida de escena del líder de la Revolución Cubana privaría a Chávez de una figura paternal y de un gestor de crisis, lo que podría incrementar su vulnerabilidad. “Esta puede ser una ventaja en nuestros esfuerzos por hacer regresar una total democracia a Venezuela”, señala el reporte.
Los cálculos de los norteamericanos se basaron, entre otros elementos, en una comparación personal de los dotes de liderazgo del Presidente venezolano y del comandante cubano. A Chávez lo consideran un “maestro táctico”, que resuelve situaciones internas con soltura y más rápido que quienes se le oponen.
Pero afirman que el mandatario “ha perdido los nervios” en situaciones de crisis. Un ejemplo: el golpe de Estado de 2002. “Fue Castro el que le dijo a Chávez que peleara en 2002 y quien hizo los contactos para restablecer el consenso en la Fuerza Armada”. Castro, en cambio, según la visión norteamericana, desde la crisis de los misiles hasta el período especial, ha probado ser un excelente gestor en situaciones extremas. De allí que no crean que el desempeño político de Chávez, en medio de un contexto de apremio, sea el mismo sin el cubano.
El reporte indica además que, según distintas fuentes políticas, hay una “falta de química” entre Chávez y Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano
en la Presidencia. Sin embargo, no pronosticaron un cambio en la estrecha relación: anticiparon que Cuba se seguiría beneficiando del petróleo y los
dólares y Venezuela de los consejos de Fidel y la asesoría cubana.
Se pasean por los diferentes escenarios. Si Castro muere, especularon, Chávez se volvería más radical. “Castro es una de las pocas personas que puede contradecir a Chávez y decirle lo que él no quiere oír. Recibimos reportes de que Chávez se ha rodeado de gente que le dice que sí a todo porque él simplemente no acepta malas noticias o críticas”.
La huida:
Pero Estados Unidos ha sido más que un simple observador. Un cable del 6 de abril de 2009, calificado de “secreto”, explica que la sección consular de la embajada estadounidense en Caracas ha ayudado a huir a médicos cubanos de la Misión Barrio Adentro. Los profesionales de la salud antillanos
que se encuentran en misiones en el exterior disponen de condiciones preferenciales para entrar en Estados Unidos: son susceptibles de ser beneficiados con un programa denominado Parole for Cuban Medical Professionals outsider Cuba que ha sido visto no sólo como una ayuda humanitaria, sino como una fórmula para debilitar los programas de cooperación del régimen cubano.
Hasta abril de 2009, cuando fue emitido el reporte, 739 cubanos habían aplicado al programa con la intención de pedir asilo político: 510 peticiones (69%) fueron aceptadas por la Secretaría de Seguridad Interna de Estados Unidos. Los médicos se quejaban de tener pobres condiciones laborales,
inadecuados insumos médicos y “de ser vigilados todo el tiempo por compañeros de trabajo”.
En el cable se señala que las autoridades venezolanas habían descubierto la fuga de personal cubano y que cada vez hacían más difícil la salida al exterior de los beneficiados muchos de los cuales debieron pagar “exorbitantes sobornos” para escapar.
Omnipresentes:
La penetración cubana en los servicios de inteligencia venezolanos es percibida como una amenaza para los intereses de Estados Unidos. De los cables se desprende que los diplomáticos trabajan para precisar en cuántas instituciones hay participación de agentes de la isla.
Un despacho del 30 de enero de 2006, firmado por el entonces embajador en Caracas William Brownfield, reportó lo siguiente: “Funcionarios de inteligencia cubanos tienen acceso directo a Chávez y frecuentemente le presentan informes de inteligencia que no han sido examinados por funcionarios venezolanos”.
Informan, además, que la Disip –hoy Servicio Bolivariano de Inteligencia– toma cursos con los cubanos, tanto en materia operacional como en adoctrinamiento político. En las fuerzas militares, en cambio, los reportes sobre la injerencia cubana no eran confiables, “aunque la Fuerza Armada venezolana intenta imitar la doctrina y uniformes de los militares cubanos”.
Una realidad sobre la que ha habido nuevas revelaciones después de las denuncias del general retirado Antonio Rivero sobre la actuación de militares cubanos en el seno de la FAN.
La cantidad de cubanos en Venezuela es otra de las incógnitas de los estadounidenses. No pudieron precisarlo, pero calcularon que al día llegaban
al aeropuerto de Maiquetía cerca de 350 personas en 3 o 5 vuelos comerciales o militares entre Cuba y Venezuela.
Desconocían, sin embargo, cuántos permanecían en el país. Para entonces los estadounidenses no tenían del todo clara la participación cubana en otras áreas pero en los últimos 4 años sobran las evidencias de su involucramiento desde los servicios de inmigración e identificación hasta en la importación de comida.
Internacional | Política
EL NACIONAL
Comments are closed.