Pio Gil 1865-1918
“El pasado 4 de febrero se cumplieron 105 años del fallecimiento del Dr. Pedro María Morantes, mejor conocido por su seudónimo como Pío Gil”.
■ Fue escritor además de abogado y reconocido activista político contra el caudillismo que vivía Venezuela durante los años que arroparon los gobiernos del General Joaquín Crespo, la tiranía del General Cipriano Castro y la dictadura posterior del General Gómez.
S
iendo juez de primera instancia en Caracas durante el gobierno de Castro se dedica a recopilar información de los acontecimientos que caracterizaron el abuso de Poder y la sociedad adulante que toleraba la tiranía. Ello le permite posteriormente escribir su novela “El Cabito”-la cual tuve la oportunidad de releer nuevamente y me permito recomendarles ampliamente, para obtener una visión de esa sociedad venezolana que se desenvuelve a comienzos del siglo xx y sobretodo que permite conocer los extremos de la tiranía y también de la adulancia. 
Se llamaba realmente Pedro María Morantes.
La novela “El Cabito” tiene como personaje principal al General Cipriano Castro y allí pueden encontrar la narración de las costumbres que tenía el tirano, para conseguir tener relaciones sexuales con mujeres vírgenes –que era una de sus perversiones-, para lo cual usaba todos sus recursos y disponía de una red de aduladores que por no perder el favor presidencial, buscaban muchachas en las barriadas caraqueñas con necesidades para que se entregarán al perverso requerimiento de “El Cabito”, quien prácticamente las violaba a cambio de dinero o algún favor administrativo.
En el prólogo de dicha obra, Pío Gil nos dice.”El concepto de que un solo hombre aherroja a todo un pueblo es un concepto errado. Ningún tirano triunfa por si solo. Tiene esbirros ciegos, servidores complacientes, mentores hábiles, con los cuales se impone”.
Son ideas que muchos críticos han tildado de panfletarias, pero sin lugar a dudas fue la forma de lucha que consiguió Pío Gil, para denunciar ante el mundo la forma bárbara como se mandaba en Venezuela, en un momento de convulsiones y que nadie sabía lo que aquí sucedía.
Castro es derrocado por el General Gómez en 1908 como todos podrán recordar en sus estudios de Historia y Pío Gil nos relata que si bien se había salido de un tirano en ese momento, también no era menos cierto que fue suplantado por otro.
Finalmente en el prólogo mencionado de la obra, termina diciendo nuestro autor que “¡Hay que tener el valor de exhibir la vileza de los aduladores, aunque se produzca la nausea!”. ¡No dejen de leer ésta obra con paciencia –me permito decirles- y buen provecho!
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