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    BALANCE: La Policía Nacional debe multiplicar el personal por 10 para atender a todo el país

    Actualmente cuenta con 4.000 funcionarios que operan en una parroquia de Caracas, el Metro y las autopistas

    Hermetismo genera desconfianza sobre
    logros del cuerpo de seguridad

     

    Con base en la cantidad de habitantes que tiene el país, Venezuela debería contar con 120.000 funcionarios policiales preventivos y 25.000 sólo para la investigación criminal, de acuerdo con los estándares internacionales de la Organización de Naciones Unidas.

    Sin embargo, actualmente hay sólo 72.000 agentes incluyendo al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por lo que para ser honor a su nombre a la Policía Nacional aún le faltan 48.000 para completar esa cuota y abarcar todo el territorio nacional.

    Ya pasaron 399 días desde el 20 de diciembre de 2009, cuando el presidente Hugo Chávez dio la orden a los primeros 952 oficiales de la Policía Nacional Bolivariana de iniciar sus labores en la parroquia Sucre del municipio Libertador, en Caracas. El nuevo cuerpo policial, que nació como bastión de honor para el actual Gobierno ­así lo hizo saber el mandatario en su presentación de la memoria y cuenta 2010­ continúa con el propósito de disminuir los índices de violencia e inseguridad del país, pero tiene un problema: cuenta con 4.000 hombres desplegados sólo en una parroquia, las vías expresas y el Metro de la capital.

    ¿Cuándo será una policía nacional verdadera? A juzgar por la forma desordenada y lenta en que se han cumplido los lapsos establecidos por la Ley Orgánica del Servicio de Policía Nacional y del Cuerpo de Policía Nacional ­que creó la institución­, el deseo parece imposible de concretar en el mediano plazo.

    Sólo la incorporación, formación y activación de funcionarios ya es una dificultad, pues en su primer año la PN apenas ha logrado graduar 3 cohortes que suman 4.000 policías.

    A ese ritmo se requerirán más de 10 años para que los logros de este cuerpo, en materia de seguridad, puedan extenderse a todo el territorio nacional.

    Los proyectos y planes inmediatos de expansión de ese cuerpo policial son difíciles de conocer. Su director, el comisario Luis Fernández, no concede entrevistas a medios privados, pero se sabe que la mayoría de los funcionarios actuales continúa siendo personal “reentrenado” que salió de las filas de la Policía Metropolitana.

    Desde finales del año pasado las vías expresas de la capital son custodiadas por la PN

    Cifras reales:

    Pese a los logros de la Policía Nacional anunciados el sábado 15 de enero por el presidente Hugo Chávez, no resulta fácil comprender y valorar el supuesto éxito de las actuaciones del cuerpo.

    Los informes son presentados únicamente en porcentajes y no hay una comparación con estadísticas anteriores de inseguridad en la parroquia Sucre. El mandatario indicó que hubo una reducción de 57% en los delitos que ocurren en Catia; sin embargo, no informó el número de crímenes que se registraba anteriormente y el que se reporta ahora. La situación es similar con una presunta disminución de 44% en los homicidios, 66% en los robos, 62% en lesiones y 66% en violencia intrafamiliar.

    “Esa barrera informativa hace que sea muy difícil evaluar las actuaciones o los resultados de la Policía Nacional, porque no disponemos de información. Yo quisiera, como la mayoría de los venezolanos, que ese Cuerpo pudiera funcionar bien, tuviera buenos resultados y contribuyera con la disminución del delito en el país.

    Todos estaríamos dispuestos a apostar por el éxito, porque es para el beneficio de todos”, aseguró el sociólogo Roberto Briceño León.

    El experto considera que esta política de no informar no permitirá que se forme el vínculo de confianza que debe existir entre la población y la policía.

    “En la medida que se refuerza el silencio, muestran una gran desconfianza de la policía hacia la población, hacia los medios y la gente en general; entonces, ¿cómo pretenden que la gente confíe en la labor que están realizando, si no muestran verdaderamente lo que hacen?”, comentó Briceño León.

    El solo Sistema Metro de Caracas, cuenta con más de 600 funcionarios de la PN

    Atención necesaria:

    Lo que sí ha resultado un acierto es la presencia de la PN en las estaciones del Metro y en las vías expresas, que hasta la llegada de estos funcionarios se encontraban huérfanas de vigilancia policial. El comisario Fernández ha declarado que fueron detenidas, hasta el pasado martes, 592 personas por cometer delitos en las estaciones del subterráneo.

    El criminólogo Fermín Mármol García considera que este logro forma parte de la atención que requería la población y que por sí mismo, es un punto a favor del cuerpo policial. “Hay que reconocerle que atendieron un clamor popular, porque la población estaba preocupada por la situación de indefensión en las autopistas y en el subterráneo, y la PNB asumió esos retos institucionales y aparentemente la situación trajo mejorías”, dijo.

    No obstante, Mármol considera que el peso político que le están endilgando a la Policía Nacional, como única herramienta para disminuir los índices delictivos en el país, puede ser perjudicial pues considera que la labor es demasiado ardua y no depende sólo de la actuación de ese cuerpo de seguridad.

    “No se debe cifrar una matriz de opinión en que es la salvación para combatir el delito, porque eso no es cierto y es allí dónde puede salir mal evaluada la Policía Nacional.

    Tiene al frente a un hombre que se preparó para ser policía, formado además para la gestión de gerente y eso es un acierto. Arrancó en una parroquia compleja y es un reto que evidentemente puede mostrar que hay una disminución de los índices delictivos, sin que esto signifique que el delito ha bajado, pero aún falta mucho camino por recorrer en materia de seguridad”, explicó Mármol García.

    Funciones en espera:

    Una de las funciones asignadas por Ley a la Policía Nacional, que todavía está pendiente y requerirá de un largo período de ejecución, es la investigación criminal.

    “No queremos que el nacimiento de la PNB traiga el debilitamiento de otras instituciones fundamentales como lo es ahora el Cicpc. La Ley dice que tienen competencias compartidas, pero la investigación criminal requiere primero de la formación de divisiones con personal especializado.

    ¿Cuánto tiempo puede llevar eso?, ¿por qué no se está invirtiendo del mismo modo en mantener a la policía científica mientras se prepara a la nueva policía? Esas premisas son tan importantes como su creación y expansión a nivel nacional”, puntualizó el criminólogo Fermín Mármol.

    Un final que no llega:

    Una de las primeras violaciones a la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana es precisamente la décima de las disposiciones transitorias que establece la supresión de la Policía Metropolitana.

    El texto legal fue aprobado en abril de 2008 y fue hasta la semana pasada cuando se anunció que el fin del ciclo de este cuerpo de seguridad será a finales del primer trimestre de 2011.

    La mayoría de los oficiales que hoy se encuentran activos dentro de la Policía Nacional provienen de las filas de la PM, cuerpo policial que aún cuenta con 3.000 hombres cuyas labores fueron limitadas a funciones de orden público en aquellas áreas de Caracas donde no tenga alcance la Policía Nacional.

    En octubre de 2010 el comisario Luis Fernández, director de la PN, anunció que los funcionarios que cumplieran con el perfil migrarían a ese cuerpo policial, otro grupo pasaría a ser jubilado y otros quedarían a las órdenes del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia para ser reasignados a varias dependencias.

    El sociólogo Roberto Briceño León sugiere que la falta de respuesta ante la situación actual de la Policía Metropolitana puede obedecer a que las cosas que se están haciendo no son del todo planificadas ni transparentes.

    No obstante, el criminólogo Fermín Mármol García expresó que hay preocupación en la población por un grupo de funcionarios deshonestos de la PM, que con la supresión quedarán sin trabajo y tiempo libre para delinquir.

    “Hay policías que se quedan con un sabor amargo en la boca porque dedicaron sus vidas a la PM y no fueron convocados; otros serán jubilados, pero ¿qué pasará con aquellos deshonestos que quedarán sin empleo? Pues hay que estar atentos con esa situación”, advirtió.


    Por: THABATA MOLINA
    tmolina@el-nacional.com
    Noticias | Política
    EL NACIONAL

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