“En plena matanza del pueblo libio Chávez
no oculta su fascinación por …Gadafi”
■ Chávez estafa también a los pobres con un simulacro educativo cargado de basura ideologizante
Aunque es enorme nuestra tristeza por el sufrimiento del pueblo japonés y grande también la esperanza de que la decisión de la ONU de usar la fuerza contra el régimen de Gadafi desemboque en la libertad del masacrado pueblo libio, el excelente editorial de Raúl Lotito “Misión Diáspora” (revista Producto febrero 2011) nos obliga a centrarnos en la tragedia venezolana, que ya no puede ocultar la ominosa propaganda oficial, evidenciada por la huida de miles de jóvenes agredidos por una realidad política y social cada día más hostil, por las miles de protestas sociales de quienes son víctimas del hampa criminal, del incumplimiento gubernamental en sus reiteradas ofertas de viviendas y trabajo dignos, mientras Chávez dilapida $ miles de millones en armas de guerra innecesarias y en financiar un proyecto político continental que ha desangrado nuestra economía .
En plena matanza del pueblo libio Chávez no ha ocultado la fascinación que siente por Gadafi y otros sátrapas, de quienes está imitando muchos de sus desmanes. Las evidencias nos alertan sobre el grave peligro de su empeño en seguir en el poder después de 2012, a base de engaños, amenazas, fraudes de los poderes públicos, uso indebido de recursos de la nación y de formas de terrorismo que inhiben las manifestaciones masivas, a pesar de que las protestas sectorizadas son cada vez más numerosas y desesperadas. El cerco de espionaje y persecución sobre quienes protestan pacíficamente lo igualan con las delictivas prácticas de Fidel que han aterrorizado al pueblo cubano. Que VTV divulgue un montaje (no se identificaban voces, ni rostros) sobre los supuestos “cachitos” que presuntamente comían los estudiantes en huelga de hambre, comprueba la iniquidad y el miedo que tiene el régimen a la fuerza moral de los estudiantes. Pero que los jóvenes oficialistas también se presten a ese sórdido juego (antes habían liderado la parrillada frente a los hambrientos) habla de cómo se prostituye a quien se inicia en “la ética” revolucionaria. ¿Cuántos millones gasta Chávez en su obsesión cubanoide de espiar a estudiantes, opositores, empresarios, periodistas, militares, maestros, dirigentes sindicales y comunales, sacerdotes, etc., mientras los narcotraficantes y criminales cometen libremente sus delitos? ¿A qué grado de corrupción han llegado los cuerpos policiales a los que Barreto y Bernal ingresaron a todo cuanto malandro llegaba con el cuento de estar listo para defender la Revolución, según constata la lista de tupamaros, piedritas y otras faunas que han convertido a la PM y hasta a la naciente PN en bandas delictivas de tal calibre que Provea pide mantenerlos acuartelados para que no sigan delinquiendo?
Lotito narra magistralmente la tragedia que es para Venezuela el éxodo de sus mejores hijos: “Cuando jóvenes educados, formados en distintas actividades (… ) huyen sin disimulo, agredidos por una realidad que los obliga a buscar su futuro en el extranjero, algo anda mal (… ) Médicos, ingenieros, economistas, odontólogos, veterinarios, contadores, periodistas, sociólogos, químicos, matemáticos, literatos, físicos (… ) vuelan en busca de horizontes que aquí se les niega. (… ) Esa fuga de cerebros -que califica de “más grave que la fuga de divisas”- no le preocupa al gobierno. “Al revés, casi lo celebra y alienta” porque le parece que -como hizo Fidel para facilitar sus 50 años de opresión- así sale de oligarcas e “hijos de papá”.
Chávez odia a los estudiantes que masivamente piden libertades y desprecia a los profesionales que han edificado la Venezuela que él está destruyendo. Por eso entrega la salud de los más pobres a supuestos médicos cubanos de los cuales nadie ha visto el título, mientras nuestros médicos de verdad tienen que emigrar del país. Rechaza a los expertos que han construido las autopistas, casas, edificios, puentes, escuelas, represas y sistema eléctrico que su régimen ha destruido por falta de mantenimiento, mientras financia costosas infraestructuras en Nicaragua, Bolivia y Cuba con dinero de los venezolanos. Las 400 mil viviendas que anuncia para este año (estamos en marzo y no hemos visto la primera) estarán en manos de los chinos. Otra mentira más porque los chinos cobran la jugosa factura y subcontratan las obras a precio de gallina flaca con ingenieros y constructores venezolanos desempleados (como están haciendo en Barinas). En su afán de control absoluto Chávez estafa también a los pobres con un simulacro educativo cargado de basura ideologizante y carente de destrezas y conocimiento para la vida y para el trabajo. Porque para la lógica chavista, la revolución está asegurada con pobres e ignorantes que crean que no lo son. Hasta que le salgan miles de maigualidas como la de Blandín que le digan ¡Ya basta!
MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
mcolomina@gmail.com
domingo 20 de marzo de 2011
