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    HomeEconómiaRIESGO: La vulnerabilidad se mudó a Colinas de Santa Mónica

    RIESGO: La vulnerabilidad se mudó a Colinas de Santa Mónica

    Las lluvias aumentan las posibilidades
    de que ocurran deslizamentos

    ■ Las comunidades afectadas por derrumbes tuvieron que financiar la rehabilitación de las vías con sus propios recursos.

    Caracas, Venezuela.- Colinas de Santa Mónica todavía no se recupera de los estragos que las lluvias de noviembre dejaron en sus vías, a pesar de los esfuerzos de la comunidad, que ha costeado la remoción parcial de los deslizamientos de tierra que dejaron incomunicadas las rutas internas del sector.

    De cara a la temporada de lluvias, la situación amenaza con repetirse en los derrumbes que sólo recibieron atención superficial, y con empeorar en aquellos cuya remoción los vecinos no pudieron afrontar, por los altos costos.

    En las rutas 2, 5A, 8 y 9 del sector, aún se observan restos de la tierra que cayó de las montañas por acción del agua hace ya cinco meses. Los residentes de estas calles, organizados en la asociación de vecinos Asomónica, lograron en un mes despejar la tierra acumulada en las vías, para lo cual contrataron tractores y camiones volteo.

    “No nos fijamos una cuota específica; cada familia aportó lo que pudo y así logramos levantar la tierra que cerraba la única vía de acceso a nuestros hogares”, explica Maritza Urrutia, residente de la ruta 2 durante 32 años.

    Sin embargo, remover la obstrucción no fue la solución definitiva al problema. En la entrada de esta calle, la tierra de la montaña luce expuesta y vulnerable ante las precipitaciones que se avecinan en los próximos meses.

    Para detener el movimiento del terreno, es necesaria la construcción de un muro de contención, que tanto Asomónica como el consejo comunal del sector han solicitado repetidamente, desde enero, a distintos entes municipales, sin recibir respuesta: “Cuando comenzó el problema iniciamos las diligencias ante la Alcaldía de Libertador y el Gobierno del Distrito Capital, que nos dijeron que nos darían una solución, pero desde principios de año perdimos el contacto con ellos”, afirma Fernando González, presidente de la organización vecinal.

    Costos millonarios:

    Señala González que en las evaluaciones que la comunidad ha solicitado a distintos ingenieros los costos de los muros de contención que deben construirse se calculan entre 25 millones y 100 millones de bolívares.

    La situación más crítica la presenta el deslizamiento entre las intersecciones de las rutas 8 y 9, el segundo ocurrido en cinco meses y que bloquea completamente el acceso principal a la ruta 8, por la avenida Rufino Blanco Fombona.

    En noviembre el cerro se vino abajo y la comunidad costeó la remoción de los escombros, pero la tierra retirada dejó sin soporte la que sostenía la cima de la montaña y ésta se vino abajo otra vez, hasta obstruir por completo la vía. Este derrumbe fue calificado por Protección Civil como activo y no puede ser levantado si antes no se construye un muro de contención.

    “El precio de la obra es de 100 millones de bolívares. Cuando sucedió el primer evento advertimos a la Alcaldía de Libertador, pero no atendieron el llamado. Ahora la tierra se deslizó de nuevo y la inversión debe ser mayor: despejar la vía y construir el muro. Era preferible que actuaran a tiempo”, señala González.

    Más abajo, en la misma avenida, hay dos deslizamientos que, aunque tienen menor magnitud, también fueron calificados como activos.

    El transporte público no está actualmente prestando servicio en la zona, por lo que los residentes de la ruta 8 deben subir a pie la empinada calle y atravesar la tierra para continuar el recorrido a sus hogares.

    “Los caminos que se ven sobre el derrumbe los hicimos nosotros mismos, porque si no, no pasábamos”, asegura Bertha Castro, conserje de uno de los edificios del sector, en el que residen 142 familias. La situación mantiene 7 casas en situación de riesgo, pues sus bases estaban asentadas sobre parte de la tierra que cedió y ahora quedaron al borde del despeñadero.

    “Esta puede ser una tragedia aún peor, puede haber pérdida de vidas humanas por la indiferencia de las autoridades”, alerta González.

    Esta imagen de una calle en Colinas de Santa Mónica muestra las dos casas. La del fondo con rombos marrones en la fachada es la que habita el general Suárez Chourio y la de al lado revestida de piedras, es la de “La Evangélica…”.

    Cuota especial:

    El conjunto residencial Yacambú, localizado en la avenida Intervecinal, es otro que vive en zozobra, con dos deslizamientos que se ciernen sobre la propiedad.

    Sin embargo, las mesas técnicas que instalaron los vecinos para determinar la gravedad de los daños concluyeron que no sólo las lluvias incidieron en el deslizamiento del talud sur, uno de los que se vio afectado, sino también el movimiento de tierra para la construcción del edificio Villa Venecia, de la urbanización Mirador de Los Campitos, y la instalación de antenas de la compañía Movistar, explica Erasmo Moreno, presidente de la asociación de vecinos del conjunto, en el que residen 72 familias.

    Aspiran obtener ayuda económica de la compañía de telecomunicaciones para afrontar este derrumbe, que obstruyó parcialmente el acceso a los edificios. En el caso del talud norte, las bases del conjunto están comprometidas, pues con la tierra cedió también parte de la estructura de una de las torres. Los trabajos que deben acometerse tendrían un costo de aproximadamente 2 millones de bolívares, de acuerdo con Moreno.

    Para emprender las reparaciones, la junta vecinal autorizó el cobro de una cuota especial de 35.000 bolívares por apartamento. “Algunos podemos pagarla, pero estamos conscientes de que otros no podrán. Algunos propietarios son jubilados, otros son asalariados y es una cuota un poco elevada”, explica Moreno.

    No obstante, esta es la única solución que vislumbran, mientras las autoridades municipales toman medidas. La semana pasada se reunieron con el concejal del municipio Libertador Juan José Rodríguez en búsqueda de apoyo estatal.

    No sólo se trata de la atención a la obra; los estudios geotécnicos que se requieren tienen también un costo que debe ser asumido por los vecinos mientras se define el papel que jugará la alcaldía en la solución del problema. Resignado, Moreno afirma: “Yo no tengo dinero disponible inmediatamente. Tendré que hacer algunas gestiones para conseguirlo, pero qué más vamos a hacer, ésta es nuestra propiedad”.

    El drama de la clase media:

    Los residentes de Colinas de Santa Mónica, Francisco González y Erasmo Moreno, coinciden en afirmar que lo que viven no es más que el drama de la clase media. En las rutas del sector, los trabajos para estabilizar las viviendas en riesgo podrían ser equivalentes al triple del valor de una casa en cualquiera de las calles, afirma González.

    En el conjunto Yacambú, la junta vecinal hizo una encuesta para aprobar una cuota especial: “54% de los propietarios apoyó la medida y 46% dijo que no estaba a favor del pago”, explica Moreno. Sin embargo, el sondeo se hizo sin especificar a cuánto podría ascender la contribución y ahora algunos vecinos se quejan por lo elevado de la cifra.

    Moreno es tajante al decir que la cuota representa menos que el costo del apartamento. “La gente podría pedir préstamos bancarios o hipotecar sus casas para cubrirla”.

    Además de los deslizamientos, el sector también presenta filtraciones que han socavado los terrenos. Algunas han originado huecos en las calles, como ocurre en la avenida Rufino Blanco Fombona, donde el alcantarillado también está tapado con tierra y el agua daña el pavimento.

    “Entendemos que la Alcaldía y el Gobierno del Distrito Capital no tengan recursos para asumir las obras, pero pedimos que, al menos, nos ayuden a reducir estos costos, porque como clase media que somos no estamos en condiciones de pagar obras tan costosas”, sostiene González.


    Por: LILIA MALAVÉ G.
    lmalave@el-nacional.com
    RIESGO | SUCESOS
    EL NACIONAL
    Caracas, jueves, 01 Mayo del 2011





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