Chávez es minoría…
Su enfermedad solo ha hecho despertar la solidaridad de los venezolanos.
Los más de ochocientos medios propagandísticos (que no de comunicación) en manos del Gobierno y no pocos de los medios privados sometidos al chantaje y amenazas oficiales han hecho fiesta estos días con los supuestos resultados de algunas presuntas encuestas en las cuales la “popularidad” de Chávez (que trampean en intención de voto) se habría disparado en virtud de la manipulación de su enfermedad que suscita sentimientos de solidaridad característicos de los venezolanos. “Presuntas” porque difícilmente podemos creer en los sondeos de Jesse Chacón, o en los “pronósticos” del encuestador parlanchín que anunció una aplastante derrota de la oposición en las elecciones parlamentarias. Tampoco en la estrambótica intención de voto otorgada al enfermo por el “encuestador” del ritornelo relativo al poder mágico, religioso, casi divino del comandante sobre unos electores aparentemente ciegos. (“Con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo”), ahora devenido en encuestador estrella de VTV.
Así iniciaba su editorial “¡Se despega el Comandante”!, el diario oficialista VEA (06-10-11): “Varias encuestadoras, entre ellas GIS XXI, Datanálisis e Hinterlaces, señalan que en el recién finalizado mes de septiembre, el comandante presidente Hugo Chávez se despegó de los demás candidatos de la oposición capitalista, con 47 cuerpos de ventaja, mayor a la que tenía en el anterior mes de agosto; mientras su contrincante más cercano se fue al fondo uniéndose a los otros candidatos premajunches, ahora todos juntos muy atrás, compitiendo en forma compacta y echándose mordiscos”. Con adulancia extrema el editorial califica al alicaído enfermo como un imbatible “Potro” Comandante y abunda en insultos a los precandidatos opositores.
El último sondeo Datanálisis de Luis Vicente León (porque hay dos Datanálisis, que con frecuencia presentan cifras diferentes, dado el escaso entendimiento entre sus socios) divulgado a los medios por el propio encuestador, identifica “la popularidad” (58,9%) como “apoyo a Chávez”, “aceptación del mandatario”, “respaldo popular” “apoyo a la gestión” y otros, que el Gobierno ha vendido como si fueran intención de voto. ¿De qué pregunta surge esa categoría de respuesta del encuestado, esa melange que es la popularidad? Pues sorpréndase porque la pregunta cambia de una encuestadora a otra. No hay homogeneidad de criterio para medirla, ni para interpretarla. Porque ¿cómo aceptar que ese 58,9% significa “apoyo a la gestión de gobierno”, o “apoyo a Chávez”, si en esa misma encuesta Datanálisis se registra que el 58% está en contra de que Chávez sea reelecto el próximo año, a la par que nos presenta cifras entre 60 y 70% de críticas al fracaso oficial en la solución de los graves problemas del país? Si Chávez tiene 40% de intención de voto, según Datanálisis, ¿qué pasa con el otro 60%?
A la pregunta responde con claridad la encuestadora Keller publicada esta semana, en la cual el candidato único opositor suma una intención de voto del 51% y Chávez de un 39%, lo que significa que perdería hoy por 12 puntos. Precisa Alfredo Keller (EU 06-10-11) que la solidaridad a causa de su enfermedad le ha permitido a Chávez recuperar 8 puntos en su popularidad, pero ha perdido también 8 puntos en respaldo político, es decir, en intención de voto: “se trata de una paradoja impresionante que pocas veces ocurre en términos de análisis de opinión”. Esa caída es registrada también por la agencia AFP: “A un año de las elecciones en Venezuela el presidente Chávez confía en recuperarse del cáncer para ser reelegido, en un escenario favorable para su alta popularidad aunque incierto porque tiene una menor intención de voto y enfrenta una oposición unida”. Ante los niveles de rechazo que registra Keller en asuntos como delincuencia (85%), narcotráfico (62%), corrupción (64%), desempleo (63%), costo de la vida (69%), similares a los de otras encuestas, cabe preguntar ¿para que sirve “la popularidad”? ¿Hasta cuándo la destacan como si fuera lo más relevante expresado por la opinión pública venezolana y no se resalta la intención de voto y la muy negativa evaluación popular de la gestión de gobierno? ¿Hasta cuándo muchos medios independientes y colegas periodistas se engolosinan acríticamente con “la popularidad”, favoreciendo involuntariamente una matriz de opinión que permita al rojito CNE convertir las encuestas en una profecía autocumplida que facilita el fraude?
Chávez es minoría. Su enfermedad solo ha hecho despertar la solidaridad de los venezolanos, hartos de tanta ineficiencia y corrupción, de tanta sordidez y miseria humana (como la de encadenarse para impedir que viéramos el entierro de CAP). Los mismos que están firmemente dispuestos a que, enfermo o sano, Chávez no sea reelegido en 2012.
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
domingo 9 de octubre de 2011
