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    HomeEconómiaGabriela Montero: "Venezuela nunca ha dejado de ser mi patria"

    Gabriela Montero: “Venezuela nunca ha dejado de ser mi patria”



    "Estoy haciendo un llamado a la restitución de un país en bancarrota económica, moral, emocional y social ... Espero en el futuro poder escribir una obra que pinte una realidad muy distinta".

    Gabriela Montero:  “Nacida para el piano…”

     

    Gabriela Montero presenta en Europa manifiesto anti-Chávez.

    La pianista Gabriela Montero estrenó en Europa su primera obra para piano y orquesta, titulada ExPatria: un reflejo de los sentimientos que le despierta la realidad del país.

    Para muchos, Gabriela Montero es la mejor pianista que ha dado Venezuela desde Teresa Carreño. Pero, sin querer, la fuerza de sus dedos, su expresividad y su asombrosa capacidad para improvisar han quedado de lado por un momento. Su primera composición para piano y orquesta, ExPatria, surgió acompañada de un texto explicativo que fue más allá de las metáforas sonoras y dejó claro lo que siente con respecto al proceso político-social que ha experimentado el país en los últimos tiempos.

    “Al aterrizar el avión, siento la felicidad de estar en mi país. Después veo las palabras ‘patria , socialismo o muerte’ y me embarga una profunda tristeza”

    Envía sus respuestas vía electrónica desde Boston, donde una nevada la dejó sin electricidad durante tres días y la obligó a reducir su tiempo de práctica. Vestida como una esquimal ­dice­ preparó los recitales que ofrecerá hoy en Río de Janeiro y mañana en Sao Paulo con la Orquesta Sinfónica Brasileña.

    –¿Qué motivos la llevaron a mudarse de Venezuela?

    Mi primera profesora de piano fue Lyl Tiempo, pero ella en 1978 se mudó a Europa y yo me quedé sin una guía musical.

    Mis padres fueron en búsqueda de alguien que pudiera tomar su lugar y concluyeron que la persona indicada enseñaba en Miami. Yo sufrí muchísimo al dejar Venezuela. El Gobierno venezolano me otorgó una beca de cinco años y al concluir ese lapso, en 1984, mi familia se vio obligada a regresar y yo permanecí con mi profesora de piano.

    ¡Fue tal la depresión que mi mamá se tuvo que regresar a Miami para acompañarme! No fueron años fáciles. Aunque no siempre he podido vivir en Venezuela, nunca ha dejado de ser mi patria.

    –¿Y qué le impide ahora volver?

    – La vida del artista requiere que, por la agenda de conciertos internacionales, uno viva en el exterior y tenga fácil acceso a las principales ciudades de Estados Unidos y Europa. Varias veces me he residenciado en Caracas.

    La última vez fue de 2003 a 2006, época en la que se derrumbó el viaducto y me tocó hacer el viaje a Maiquetía ­por lo menos 50 veces­ por el Ávila en un vehículo todo terreno. Logísticamente, fue casi imposible atender mis compromisos profesionales.

    Lo absurdo de esa situación fue una de las razones por las cuales decidí irme al extranjero. Aun así, mi más grande deseo es algún día regresar a mi país.

    –¿Qué sensaciones la invaden cada vez que vuelve por unos días y realiza el recorrido del aeropuerto a Caracas?

    – Al aterrizar el avión, siento felicidad de estar en mi país.

    Después veo las palabras “patria, socialismo o muerte” y me embarga una profunda tristeza, porque ésa no es mi Venezuela. ¿Quién quiere ver la palabra “muerte” al regresar a su casa? En el trayecto, mi tristeza se convierte en miedo porque muchas personas han sido asesinadas o secuestradas camino a la ciudad.

    –¿Qué intenta manifestar a través de ExPatria?

    ExPatria es, antes que nada, mi reacción personal y mi absoluta objeción a la violencia diaria y cívica, a la corrupción, expropiación, secuestros, robos y asesinatos, que han hecho de Venezuela uno de los países más peligrosos del mundo. No soy política, pero como artista he compuesto un retrato personal y emocional de una sociedad que ha sido obligada a soportar las consecuencias de la política actual. Cuando la libertad y la seguridad personal son reemplazadas por el miedo y la subyugación es hora de objetar.

    — ¿Es la obra el reflejo de cómo siente a Venezuela?

    ExPatria es una obra musical y la música es un idioma de metáforas. Al principio se escucha una melodía inocente y vulnerable. Rápidamente, el tema del piano es usurpado por las percutivas intervenciones militaristas, que lo corrompen hasta desatarse una cacofonía violenta. Se oye el descontento, el caos, la tristeza, la frustración, la avaricia caricaturizada por los instrumentos de viento, el sonido de los tiroteos que ya son parte de la vida cotidiana y la sensación de la perdida de un país por la violencia. En el último concierto de mi gira, en Londres el 26 de octubre, me visitaron en el camerino dos grandes amigos míos. Uno de ellos es un célebre músico. Estaban muy conmovidos y, mientras me abrazaban, me comentaron que un viejo amigo de la familia, un científico afamado, había sido brutalmente asesinado. ¿Por qué? Para robarle el carro y un microondas. Lamentablemente, así es como siento a Venezuela hoy en día. Espero en el futuro poder escribir una obra que pinte una realidad muy distinta.

    — ¿Le importa que el texto explicativo, que ha circulado por Internet, sea usado en Venezuela como un instrumento de los movimientos de oposición contra el Presidente?

    He visto que frases como “ExPatria es un manifiesto en contra de Chávez” han aparecido en los periódicos e Internet. Yo nunca pronuncié esas palabras. Yo no estoy declarándole la guerra a nadie. ExPatria no es un llamado al odio.

    Es una súplica al amor. Como artista, siento la responsabilidad de hablar de la miseria de nuestra realidad en Venezuela, y con mi música, despertar y provocar ideas y emociones positivas e inteligentes. Estoy haciendo un llamado a la restitución de un país en bancarrota económica, moral, emocional y social. Me opongo a la violencia, a la mentira y a la codicia de aquellos que sólo actúan de acuerdo con su conveniencia.

    Yo creo en la justicia, la transparencia, la verdad. No pertenezco a ningún partido político y nunca he recibido dinero de ninguna entidad. Es una sincera frustración al ver que mi país se desmorona.

    — ¿Cuánto le debe al sistema de orquestas del maestro Abreu?

    Aunque nunca formé parte del sistema, siempre disfruté enormemente de mis conciertos con las orquestas como solista. El genio de José Antonio Abreu ha sido reconocer la musicalidad innata de la juventud venezolana y darles una plataforma durante los últimos 36 años a través de la música clásica.

    — ¿Presentará ExPatria en Venezuela?

    – Espero que algún día sea posible. Desde el estreno de Solatino , mi más reciente disco, en el que también establezco mi posición en contra de la violencia e injusticia en Venezuela, no he sido invitada a tocar. Por eso, no he regresado a los escenarios de mi país.

    Manifiesto anti-Chávez:

    “Es el grito de una sociedad asfixiada y la denuncia de la complicidad e inconsecuencia del mundo ante la desventura de los venezolanos, encubierta en un tenue y engañoso velo de democracia”, explicó la pianista venezolana.

    El éxito que la pianista venezolana ha obtenido fuera de las fronteras no es suficiente para desligarla de la realidad de su país. El pasado 20 de octubre, Gabriela Montero estrenó la pieza ExPatria en la ciudad de Núremberg, una obra que la misma músico ha catalogado como su segundo “tratado anti-Chávez”.

    Con esta composisición, que ahora se presenta en varias ciudades de Europa, la talentosa pianista hace un llamado a romper el silencio y la apatía frente a la tragedia de su país por el abuso de poder, la corrupción, la anarquía y los homicidios cotidianos.

    “Es el grito de una sociedad asfixiada y la denuncia de la complicidad e inconsecuencia del mundo ante la desventura de los venezolanos, encubierta en un tenue y engañoso velo de democracia”, explicó en el concierto que ofreció junto a la Academia de San Martín de los Campos, dirigido por Patrick Lange.

    Como artista -aclaró durante el estreno de Ex Patria- el suyo es un discurso musical, no político; es sencillamente su lamento por el drama de su patria.

    “Como una expatriada de Venezuela, puede sorprender que yo quiera expresar, en la música, un anhelo por el hermoso país donde nací”, dijo Montero en el estreno de la obra compuesta por ella.

    ExPatria es para Gabriela Montero mucho más que su debut como compositora. Es, explicó la pianista ante los asistentes al recital, su manera de expresarse ante la situación actual de Venezuela.

    “Va más allá de la nostalgia privada a un grito muy público. ExPatria es un retrato de un país apenas reconocible del que conocí en mi juventud. Es mi respuesta emocional a la pérdida de Venezuela a sí misma, a la ilegalidad, la corrupción, el caos y las tasas de homicidio entre las más altas del mundo”, lamentó la pianista en el espectáculo


    Por: GERARDO GUARACHE OCQUE
    gguarache@el-nacional.com
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