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    HomeMundo & America LatinaSEXO SIN TABÚ: Existe el síndrome del pene pequeño

    SEXO SIN TABÚ: Existe el síndrome del pene pequeño

    El tamaño de la nariz no tiene
    que ver con tamaño del pene

     

    Con la erección, el falo puede casi duplicar su tamaño.

    Los primeros cuatro o cinco centímetros de la vagina son las zonas más sensibles.

    No existe una correlación entre el tamaño del pene y el tamaño del zapato, tamaño de la mano, o el tamaño de la nariz.

    Si en el mundo contemporáneo todo el sexo se centra en la genitalidad, es de esperarse que el tamaño y apariencia de esos genitales cobren un valor inusitado. Por ende, los médicos son requeridos, cada vez más, para evaluar la longitud y grosor del pene, asegura el sexólogo Gerardo Giménez.

    “Para determinar la normalidad del tamaño del pene se presentan dos tipos de consulta”, sostiene. “La primera es la realizada por la madre o el padre -o ambos- que llevan al niño para que el médico aclare si el tamaño del pene de su hijo es normal o puede calificarse de reducido; a los ojos de los atribulados padres, esto equivale a una futura ineptitud”.

    El papá o la mamá esperan, también, que la “dotación” sea igual a la de los hombres de la familia.

    Individuos adultos manifiestan al sexólogo, de manera directa o indirecta, sus resquemores. Giménez afirma que esto suele ocurrir luego de que el varón se comparó con otros usuarios en un baño público (práctica inevitable); observó películas pornográficas (en las que los trucos hacen que el falo luzca enoooooooorme); escuchó algún comentario de su pareja; confrontó la extensión de su pene en alguna actividad masturbatoria en grupo; o dedujo –centímetro en manoque está por debajo de los números considerados como “normales”.

    Empiezan, entonces, las fantasías: ¿Podré satisfacer a una mujer? ¿Seré un ser incompleto sexualmente hablando? De acuerdo con Giménez, esto dificulta las relaciones sexuales, puede reducir la autoestima y propiciar disfunción eréctil.

    Otras realidades:

    Al contrario de lo que aseguran las creencias populares, el tamaño de la nariz, las manos, los pies, el codo o la estatura no tienen nada que ver con la extensión y grosor del pene, sentencia Giménez, quien mantiene los blogs http://tublogsexologo.blogspot.com y http://tus5sexosentidos.blogspot.com.

    Más allá de las falsas ideas de ellas y ellos, o del súper miembro del actor porno, la realidad es alentadora: “Un pene pequeño en flacidez duplica o triplica su tamaño al momento de la erección. Es decir, si mide 8 centímetros en reposo, la excitación lo lleva a 14 o 15 centímetros”, explica el sexólogo. En cambio, un pene grande en “posición de descanso”, aumenta poco con la erección (de 1 a 4 centímetros).

    Los varones deben saber, además, que la sensibilidad genital femenina se concentra en los primeros cuatro o cinco centímetros de la vagina (la plataforma orgásmica). Consejos como perder peso y recortar el vello púbico ayudarán a que el falo se vea más grande. El miembro, en cambio, se encogerá ante miedo, estrés y agua fría.

    Por encima de cualquier opinión “un hombre no es un pene erecto”, recalca Giménez.

    Con base en su experiencia profesional, sugiere que, antes que preocuparse por el tamaño del pene, el sujeto se concentre en ser un mejor amante.


    Por: ELIZABETH ARAUJO
    Salud | Sexo
    EL NACIONAL

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