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    HomeActualidadSincretismo: Encienden cruz de El Ávila, para el poseído por Changó

    Sincretismo: Encienden cruz de El Ávila, para el poseído por Changó



    “Chávez se crece bajo su propia excitación y se lleva por delante el cáncer, la patria, Simón Bolívar, Cuba y el petróleo”.

    El ahora piadoso Chávez
    manipula a las masas


     

    Festival de jaladas revolucionarias.

    “¡Viva Dios y viva Chávez!”, le gritaban los oficialistas que asistieron a la caravana “presidencial”. Ante un Chávez crecido bajo su propia excitación.

    El ministro de Turismo Alejandro Fleming informó que las cruces eléctricas del Waraira Repano, en Caracas, y de La Montaña, de Mérida, permanecerán encendidas como un símbolo de apoyo al presidente Hugo Chávez.

    El color rojo es un atributo de Changó, el orisha del trueno y de la virilidad. En la religión sincrética de la santería equivale a la santa Bárbara cristiana, que imbuye a sus neófitos arrojo, fortaleza y resistencia.

    No sería extraño que Hugo Chávez, en uno de sus viajes a Cuba, después de que un babalao le echara los caracoles y le limpiara con coco, hubiera sacrificado a Changó un animal de cuatro patas para ponerse bajo su protección.

    De hecho, la camisa roja adoptada como uniforme civil por Chávez para su revolución bolivariana obedece a la fuerza irracional, convulsa de este orisha más que al color rojo de la bandera del marxismo leninismo.

    Como un símbolo del apoyo y las oraciones que se elevan por la salud del presidente Hugo Chávez, las cruces eléctricas del Waraira Repano, en Caracas, y de La Montaña, de Mérida, permanecerán encendidas hasta su regreso de La Habana, Cuba.

    Impresionante la jornada de jalamecatismo del oficialismo con motivo de la despedida de Chávez a Cuba.

    “En un acto de fe y amor por el comandante, encenderemos La Cruz de la Montaña (Mérida) hasta el regreso victorioso del presidente Chávez!”, publicó el ministro de Turismo, Alejandro Fleming, en su cuenta twitter.

    Poco después, agregó que también permanecerá encendida la cruz del emblemático cerro caraqueño.

    Ambas cruces suelen iluminarse en diciembre como parte de la tradición navideña. En el caso merideño, la estructura de 35 metros de alto y 19 de ancho alumbra desde 1981 en el Parque Nacional Sierra Nevada, en la segunda estación del Sistema Teleférico de Mérida.

    La cruz capitalina, por su parte, con 37 metros de alto y 18 de ancho, se encuentra en el Cerro Papelón del Parque Nacional Waraira Repano y fue instalada en 1982, aunque la tradición ya sumaba 12 años para aquel momento.

    Estas luces acompañarán el proceso médico del Jefe de Estado en la capital cubana, donde se le realizará una intervención quirúrgica para tratar la lesión detectada en el mismo lugar en el que le fue extirpado un tumor en 2011.

    Festival de jaladas revolucionarias:

    Impresionante la jornada de jalamecatismo que tuvo a bien presentar el gobierno revolucionario con motivo de la despedida de micomandantepresidente a Cuba; donde, luego de estar curado, tendrán que operarlo nuevamente. Y no es la primera vez que se organiza un acto de adulación oficial con el objetivo de manosear como mínimo el espíritu del líder intergaláctico, pero la de anoche tuvo carácter mundial. Además, hay que tomar en cuenta que el jalamecatismo de los chavistas con relación a Chávez, Fidel y algunos dictadores que son de la lista de amigos, no necesita un gran acto. A ellos les gusta y lo hacen a cada rato y sin pena.

    Ya se sabe que un chavista que se respete tiene los recursos para jalar hasta el asesinato involuntario, que son especialistas en el manosea suave o forzado y que, además, lo disfrutan. Nadie es capaz de jalar tan bien y tan duro, con esa clase televisiva, si no le gusta la faena. Por eso cuando el gobierno dedica unos reales para armar la fiesta del tumor invencible o la semana de cáncer presidencial, se desatan, se van de abuso. Casi sin contención. Y es lógico. Si un ministro es capaz de decir que el Carnaval había muerto y que Chávez lo inventó, luego de años de tristeza, ese mismo personaje es capaz de lanzarse la jalada del siglo si el acto está diseñado y pensando para eso, como en efecto lo está. Si un amanuense de estos que se autodenominan revolucionarios es capaz de maltratar las zonas íntimas de su jefe, en plena semana y en plena normalidad, con cosas como esta: Venezuela solo es posible, solo es viable, si tiene a micomandantepresidente al frente. Es un líder insustituible. ¿Qué no será capaz de hacer en un teatro donde se reunieron todos con ese fin; es decir a jalar de lo lindo?

    Pero, a pesar de tanta capacidad para el cariño meloso de baja altura, no está de más brindarles algunas líneas que les permitan salir de un trance o cumplir la cuota diaria de adulación, en caso de que les toque y no estén preparados para hacerlo, cosa que dudamos. Veamos algunas ideas.

    En el aeropuerto, a punto de iniciar un viaje, o si le toca salir para otra operación:  Micomandante, allá va usted, musculoso y firme, como un Apolo, surcando los cielos inderrotable y con todas sus fuerzas de Hércules invencible, a mostrar cómo hace un hombre de su talla, de su valía y de su fuerza para batir las fuerzas del mal, sea el imperio, la canalla, la oposición golpista o las células malucas. Cuando usted dice no volverán, es que no volverán. Y ese decreto incluye cualquier enfermedad.

    En el abrazo de despedida: micomandante cuente conmigo más allá de todo. Si necesita mi vida, tómela. Tómeme a mí. Da lo mismo. Soy una cucaracha sin usted. No vale la pena seguir con vida.

    A las puertas del hospital:  micomandante, no lo beso porque ando de uniforme con todo este latero pegado en el pecho y se vería más feo de lo que ya se ha visto. Usted es un hombre probado en mil batallas, eso me consta, y hoy no es una batalla más. Es la batalla, la mamá de las batallas. Pero, tratándose de usted, eso es pan comido. Adelante, mi comandante pa´lante. Pa´lante y pa´tras si así lo quiere.

    Cuando regrese:  micomandante, gracias por existir y ser. Le informo que hasta me bañé ayer. Bienvenido. No sabe la falta que nos hizo.

    Se ven cosas.


    Por: Elides J Rojas L.
    @ejrl
    Opinión| Redacción
    EL UNIVERSAL

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