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    Comerso: De las bodegas sólo quedan anaqueles vacíos



    Corrupción: Cedice, cuestiona el estado empresarial que se ha dedicado a crear empresas que luego no son eficientes, mientras se destruye el aparato productivo privado.

    Las tiendas de la cadena socialista no
    reciben mercancía desde el año pasado

     

    La cauchera se convirtió en chivera y estacionamiento de carros del gobierno.

    En el local de la avenida Baralt los consumidores se quejan de la ausencia de productos. “¿Qué pasó con la comida aquí? ¡Ay Dios mío no hay nada!”, dijo una consumidora el viernes pasado mientras recorría la bodega que una vez fue el emblema de los comercios socialistas.

    El encargado de una de las cajas registradoras que aún funciona, porque la otra está cerrada, le dijo a los clientes que no les llegaba mercancía desde finales de diciembre: “¡Lleve aceite de oliva, aproveche que por lo menos hay eso y es importado de Siria!”.

    La botella de medio litro de aceite oliva cuesta 30 bolívares y el litro 50 bolívares. En el estante de grano, el medio kilo de frijol se vende en 12 bolívares y el de caraotas blancas en 6,60 bolívares. Las neveras para pollo y carne están vacías desde hace mucho tiempo. El gerente manda a los clientes al biceabasto que queda en la avenida Lecuna frente a la estación del Metro Teatros. “Allí si les llega más mercancía que aquí”, aseguró.

    En la cauchera se guardan camionetas y carros oficiales que están dañados.

    El letrero de Comerso pintado en la pared, junto con la consigna “construyendo la patria socialista”, contrasta con la ausencia de alimentos básicos. En 2010 cuando se inauguró esa tienda la gente hacía cola para comprar azúcar que había sido decomisada a empresas privadas y aceite de la empresa socialista Diana.

    Ante la inquietud de varias personas sobre la falta de productos, el encargado afirmó que la distribuidora situada en el Mercado de Coche tampoco recibía despacho de mercancía desde hace más de tres meses.

    El Nacional se trasladó hasta ese sitio y se encontró con tres funcionarios jugando barajas y los mismos cinco productos, además de algo de avena Miss Daymar, en los anaqueles.

    Esta almacenadora y distribuidora, inaugurada el 2 de agosto de 2010, por el entonces ministro Richard Canán, que sucedió a Samán, luce desolada. “Este local se recuperó de manos de los especuladores, quienes estaban acaparando azúcar. Ahora este espacio pertenece a Comerso para garantizar el abastecimiento de alimentos”, dijo Canán. Destacó que 5.000 familias se beneficiarían diariamente.

    El local actualmente sirve de depósito de algunos calentadores de agua del plan Mi Casa Bien Equipada y exhibe una de las cocinas viejas de la marca china Haier. “Señora esto no se vende aquí, si quiere vaya al Ipsfa o a Fuerte Tiuna, donde hay un operativo y puede ver los modelos nuevos”, expresó el encargado.

    Ante la pregunta de por qué no hay abastecimiento, contestó: “No sabemos qué pasa, pronto llegará mercancía”.

    Este establecimiento sería el centro de acopio para suministrar producto a cinco bodegas de Comerso y Comersitos en Quinta Crespo, El Valle, Chapellín y Carapita, entre otros, administrados por consejos comunales y la meta en 2010 era abrir 200 biceabastos.

    La falta de logística de distribución, la burocracia y la dispersión del programa sepultó las bodegas de Comerso. “Ojalá el Gobierno vea esto y pueda reactivar el programa”, dijo una consumidora de Quinta Crespo. Para compensar el desabastecimiento de la bodega, en la esquina del mercado algunos viernes se para un camión y vende aceite Diana, azúcar y leche del programa Pdval Móvil.

    Un megaproyecto La Corporación de Mercados Socialistas tenía como proyecto original la creación de megatiendas del hogar, una red de farmacias socialistas, tiendas de ropa y calzado, concesionarios de vehículos, abastos y supermercados, caucheras y toda una red de venta de bienes de primera necesidad.

    “El Estado tiene que participar en el mercado para combatir el alza de los precios. No podemos conformarnos sólo con la regulación de los productos de primera necesidad”, argumentó Samán en diciembre de 2009 cuando propuso el plan al presidente Hugo Chávez, que no dudó en comprar la idea.

    “Una Corporación de Mercado Socialista, eso es un concepto, una categoría que estamos creando aquí en Venezuela así como los chinos. La revolución china creó una categoría: el socialismo de mercado. Nosotros creamos el mercado socialista en el marco de la transición hacia el socialismo”, afirmó el mandatario el 24 de diciembre de 2009.

    Uno de los programas establecía la red de caucheras socialistas para suministrar repuestos, neumáticos y otros equipos al transporte público de pasajeros. La primera, ubicada en Catia, se inauguró con la venta de cauchos importados de Uruguay a 50% por debajo del precio del mercado privado y era administrada por Regid Samán, hermano del ex ministro Eduardo Samán.

    El caucho socialista 6.50 rin 16 costaba 253,62 bolívares. En esa oportunidad sólo se permitía la compra de 5 unidades por persona.

    En 2009 el Gobierno importó para esta cauchera 31.000 unidades fabricadas por la empresa Funsa de Uruguay. La compra se hizo a través del Fideicomiso Bolívar-Artigas que acordó el Ejecutivo a través de la empresa suministros venezolanos industriales Suvinca con Funsa.

    La empresa Uruguaya recibió por esta venta a Venezuela más de 4,24 millones de dólares y le reportó la generación de 250 puestos de trabajo. Además, Funsa fue recuperada en 2006 por sus trabajadores, que se beneficiaron de un convenio firmado por los gobiernos de Uruguay y Venezuela el 13 de enero de ese año, para el cual Chávez regaló 5 millones de dólares.

    La cauchera socialista en Catia duró pocos meses. De este comercio sólo queda el letrero. El establecimiento se transformó en chivera y estacionamientos de vehículos de organismos del Gobierno. “Dicen que volverá a ser cauchera, pero no sabemos cuando.

    Ahí se guardan camionetas y carros oficiales que están dañados o no tienen donde estacionarlos”, dijo un mecánico de la zona.

    Otro de los programas era el de concesionarios socialistas, se abriría uno en los sótanos de Parque Central. La primera entrega de vehículos se hizo en Plaza Caracas en un acto el 24 de diciembre de 2009. “Es necesario devolverle a los carros su carácter de bien necesario, ir desmontando el código capitalista de la mercancía que se inserta en todos los aspectos de la vida, en la comida, la ropa, el calzado, porque para el capitalismo todo tiene un precio”, expresó Chávez.

    Los concesionarios del programa fueron sustituidos por la venta de empresas China como Chery y la venta de Venirauto. A diferencia de los modelos iraníes, los chinos como el Arauca y el Orinoco han sido la sensación este año. Las colas en el concesionario de la avenida Francisco de Miranda a la altura de Parque Cristal son inmensas. Para ordenar a los compradores se atiende en atención al último número de la cédula: los lunes el 1 y 2, los martes el 3 y 4, los miércoles 5 y 6, los jueves 7 y 8 y los viernes el 9 y cero.

    La ministra de Comercio, Edmée Betancourt, declaró a finales de 2011 que se concretaría la creación de las megatiendas del hogar, pero hasta ahora sólo se han cristalizado los operativos de venta itinerantes de Mi Casa Bien Equipada, que han traído al país 1,5 millones de unidades de un total de 3 millones que se contrataron con Haier de China por 700 millones de dólares.

    Mi Casa Bien Equipada se promociona como el programa bandera de Comerso.

    Burocracia y corrupción:

    Critican falta de control

    Luis Alfonso Herrera, investigador del Observatorio Legislativo y Económico de Cedice, cuestiona el estado empresarial que se ha dedicado a crear empresas que luego no son eficientes, mientras se destruye el aparato productivo privado.

    Señala que Comerso, Pdval, Agropatria, las caucheras socialistas y los biceabastos son una muestra de ello.

    Sostiene que las empresas estatales están sujetas a controles previos y posteriores a su creación con el fin de evitar la expansión irresponsable de la burocracia estatal, además de verificar, como lo exige el artículo 300 de la Constitución, la razonable productividad económica y social de los recursos públicos invertidos. Dice que la contraloría de estas empresas es necesaria para evitar la corrupción.


    Por: KATIUSKA HERNÁNDEZ
    khernandez@el-nacional.com
    Economía | Opinión
    EL NACIONAL
    Miércoles 14 de Marzo de 2012

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