“Las mentiras de un derrame..”
“8:40 am. De la tubería que se fracturó sigue saliendo un chorro de petróleo. El personal de guardia en la Planta de Extracción de Pdvsa en Jusepín, Monagas, calcula que tiene 30 metros de altura. Apenas es el amanecer del sábado 4 de febrero, día especial para el Gobierno por la celebración preparada para el vigésimo aniversario del intento de golpe de Estado que encabezó en 1992 Hugo Chávez, entonces teniente coronel y hoy Presidente”.
Así comienza un reportaje de Siete Días publicado hoy en El Nacional. ¿Por qué se repite esta historia sobre la cual los venezolanos en general y los ambientalistas están conscientemente informados? Porque desde el gobierno central se han empeñado en negar una de las más grandes tragedias que han dañado el ambiente en Monagas y en los ríos que recorren ese estado.
Desde Pdvsa se ha desarrollado una de las campañas más hipócritas que se conozcan en la larga lista de desastres ambientales que no sólo son atribuibles a la quinta república. La lista es larga y se prolonga a través de los últimos veinte años, pero esta vez un ministro caradura le habla al país para mentirle descaradamente sobre los alcances y los daños provocados.
Como si los venezolanos fueran tontos, el jefe de Pdvsa sale a proteger a la industria que dirige y no al país que es dueño de esa industria a la cual roban a diestra y siniestra. Lo lógico, lo sensato, lo valiente es reconocer que un accidente como ese no se puede ocultar, sino que se debe salir a dar la cara. La magnitud del derrame en Monagas, que ha convertido al río Guarapiche en una cloaca, no puede permanecer a oscuras.
A los periodistas nos da lástima ver como a un altísimo funcionario de Pdvsa no sólo le tiemblan las manos sino que pone cara de póker para que el comandante no se ponga furioso con él, para que no le reclame que mancha con petróleo su cara de Presidente revolucionario y de protector del ambiente.
En un momento en el que la imagen del Presidente de la República está en baja ante la opinión pública lo menos que necesita es que un tonto dirigente de Pdvsa lo ponga en evidencia por errores que pudieron haberse prevenido pero que, por la ineficiencia y el partidismo, no se tomaron en cuenta para evitar el desastre.
Veamos, por ejemplo, como El Nacional en Siete Días reproduce el drama de los funcionarios, actuando a tientas y a locas, como si desconocieran las rutinas que deben cumplirse en estos casos de accidente. “Hay que activar el Plan Nacional de Contingencia, la situación es crítica”, es el mensaje que le envía un subordinado a Félix Merchán, gerente de la División El Furrial. El ejecutivo concuerda y escribe con resolución en el Blackberry: “Activémoslo”. Luego hace una pregunta desconcertante: “¿Cuál es el procedimiento?”.
Según Siete Días “el intercambio de comunicaciones está contenido en un documento que el diputado Hiram Gaviria entregó a los fiscales del Ministerio Público”.
Por: Redacción
04, de marzo 2012
Política | Opinión
EL NACIONAL
