Los poderes se acercan
más que nunca:
El Ejecutivo habilitado legisla, la Asamblea condena a diestra y siniestra, el Poder Moral hace de policía de rolo, los generales militan y los militantes se militarizan. Todos para uno y uno para todos.
El problema es el Uno, tan ausente.
Lo que queremos decir es que el 7 de octubre, y seguramente el cambio climático, nos tiene enlumpiados. Como si fuera poco, el Lexotanil está escaso
Uno de los enigmas del chavismo es llegar a saber cuándo la retórica se transforma en realidades. Eso de considera paja, cháchara, loqueteras sus afirmaciones puede ser acertado más de una vez, pero también es una peligrosa apuesta porque ya hemos visto que los desvaríos más extremos terminan siendo realidades, por torcidas que sean. Lo que hace en definitiva más sensato el curarse en salud y por lo menos considerar siempre la posibilidad que aparezcan los monstruos de la razón caminando en la acera de enfrente, como cualquier vecino.
A nadie le escapa que estamos atravesando una zona borrascosa, de repente estamos volando a ciegas. Ya las elecciones han sido reiteradamente un disparador de las toxinas más alevosas de un señor que decidió, al parecer desde carajito, adueñarse del bate y la madrina del equipo, luego transformados en poder y patria, mientras tuviese vida.
Recuérdese que para no perder el revocatorio, que según él mismo tenía perdido, además de trampear a granel, inventó las misiones, nada menos que una política social a largo plazo por supuesto esperpéntica, alcahueteada por Fidel. Pero no sólo tenemos en perspectiva un equivalente del revocatorio sino que el sujeto está enfermo, sabe Dios cuánto, pero tanto como para pasar aquí sólo los fines de semana.
Una mezcla explosiva, sin duda. Ya hay las misiones respectivas, pero hace falta más, mucho más para calmar los nervios tensos del enfermo y su entorno que espera, ¿qué espera? Asunto vasto y confuso este último, al menos en la dirigencia.
Lo que se empieza a sentir es una brutalidad tremenda, tomado el término en todos los sentidos. Palos por aquí y por allá, la vaina es a muerte compañerito y el fuego es cruzado, no hay centro. Denle a la universidad, vía libre, si es necesario traeremos a Adina Bastidas.
Diosdado descubrió que hay muchas caricaturas políticas, al parecer le explicaron algunas, y pide inclemencia con ellas. Los malos banqueros que apoyen a la oposición, siempre apátrida, serán expropiados en pro de los buenos banqueros bolivarianos por choros que sean.
Se descubrió el grupo conspirativo de los 15, el G15, y se abre un concurso para los periodistas que los identifiquen, para este caso se traerá a Isaías el dramaturgo que adaptará las sugerencias paranoides de José Vicente. Se quiere borrar del mapa al estado Monagas. Los crímenes sonados son inducidos, tienen autores intelectuales, dice El Aissami. El agua y el cáncer son innombrables, terrorismo y necrofilia respectivamente.
La MUD, o la derecha de ésta, la derecha de la derecha pues, se dispone a asesinar a Capriles por culpa del IVAD e Hinterlaces, lo juró el propio Esteban. Un genio de la comunicación dice que los cines deben explicarle al público en cada función que cualquier tipo vestido de rojo que hable de los chinos es el presidente Chávez y que por breve que sea la referencia es perjudicial para la salud.
¡Exprópiese la vinotinto y cuanta vaina puedan de Polar! Los poderes se acercan más que nunca: el Ejecutivo habilitado legisla, la Asamblea condena a diestra y siniestra, el Poder Moral hace de policía de rolo, los generales militan y los militantes se militarizan. Todos para uno y uno para todos. El problema es el Uno, tan ausente.
Lo que queremos decir es que el 7 de octubre, y seguramente el cambio climático, nos tiene enlumpiados. Como si fuera poco, el Lexotanil está escaso.
Por: Fernando Rodríguez
