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    13-A: Aparecieron milicianos con el rostro cubierto

    El grupo de milicianos que más llamo la atención por tener la cara tapada, sus gritos y mostrar su armamento.

    Empapados por la lluvia chavistas
    festejaron el 13-A en Caracas

     

    Centenas de civiles y milicianos coparon la avenida Urdaneta.

    El acto convocado en Miraflores, en el balcón del pueblo, resultó especialmente maratónico para los trabajadores del sector público y militantes del PSUV.

    Los manifestantes, procedentes de todo el país (muchos de ellos identificados como empleados del Estado y beneficiarios de las misiones), reafirmaron su compromiso con la reelección de Chávez.

    A las 2:30 pm comenzaron a marchar los últimos militantes oficialistas que se concentraron al final de la avenida Libertador, frente a la sede de la CANTV. A esa hora todo el trayecto por la avenida Urdaneta hasta el palacio de Miraflores estaba copado por centenas de civiles y milicianos, que se movilizaron desde todo el país para festejar el décimo aniversario del retorno del presidente Hugo Chávez al poder, luego del golpe de Estado de abril de 2002.

    El aguacero que cayó a las 12:20 pm no desanimó a los manifestantes. Conforme arreciaba la lluvia, aumentaba la algarabía y el entusiasmo de todos los que iban rumbo al balcón del pueblo para acercarse al Presidente. Uno de ellos era José Luis Gámez, de 29 años de edad, con discapacidad motora y auditiva, que se desplazaba con muletas.

    “Él viene caminando desde la Universidad Bolivariana de Venezuela, donde trabaja como asistente administrativo.

    Él no se pela una marcha y es un ejemplo de compromiso con el proceso revolucionario”, comentó su jefa, Ángela Hernández.

    El 13 de abril también es el Día de la Milicia, por lo cual milicianos de todas las edades se incorporaron a la marcha con uniformes (verde oliva, caqui y de camuflaje) y motocicletas nuevas.

    En los batallones motorizados, que se movilizaron con un poco más de disciplina castrense que los militantes de Unión Popular Venezolana, se pudieron ver algunas con inscripciones del Dispositivo Bicentenario de Seguridad y etiquetas que precisaban que fueron compradas con dineros de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).

    Mariluz, una miliciana que viajó durante 17 horas desde el norte de Táchira hasta Caracas en uno de los autobuses contratados por los organizadores y estacionados en cuatro filas, fue una de las que avanzó a trote y empapada: “Con este palo de agua, los milicianos estamos demostrando el resultado de nuestro entrenamiento físico y político para defender la revolución”.

    La marcha se iba deteniendo en la medida en que se acercaba a Miraflores. En la esquina de Santa Capilla estaba una primera tarima, donde se coreaban y cantaban canciones (en ritmo de reguetón), cuyas letras aseguraban la reelección presidencial el 7 de octubre, “con diez millones por el buche”.

    En puente Llaguno sobresalía un Chávez inflable de diez metros que se balanceaba como un porfiado.

    En Bolero, la aglomeración de gente era mayor. Muchos no entendían por qué Casa Militar mantuvo cerrado el paso hasta pocos minutos antes de que Chávez saliera al balcón del pueblo y, con vehemente discurso, convocara a sus seguidores a dar la batalla para garantizar su permanencia en el poder y la continuidad del proceso de cambios que lidera.

    El tránsito colapsó más tiempo del esperado con el cierre de calles y avenidas, repletas de gentes y autobuses, con motivo de la celebración de los 10 años del regreso de Chávez al poder.
     

    “Si desconocen los resultados, pueblo y soldados a la calle”

    Maratónica fue la espera de trabajadores de instituciones del Estado, militantes del PSUV, milicianos y estudiantes de la UNES, que ayer llegaron hasta el Palacio de Miraflores pasado el mediodía para celebrar junto con Hugo Chávez su retorno al poder hace 10 años.

    El Presidente se refirió a su salud: “Ustedes saben que estoy convaleciente de una operación. Sigo recuperándome de ese tercer ciclo de tratamiento que tiene un impacto en el organismo, en la fortaleza física. Vamos bien y estaremos bien”. Dedicó varios minutos de su discurso a su contendor para las presidenciales, Henrique Capriles. “Son los mismos fascistas del 11 de Abril.

    El majunche es la expresión del fascismo. No gana elecciones para la Presidencia ni este año ni en dos mil años.

    Da lástima. Lo pusieron allí para ser el dirigente de la nueva conspiración”. El jefe del Estado lanzó una advertencia dirigida a la oposición y a su candidato: “Si al majunche se le ocurriera desconocer los resultados del 7 de octubre, ¡pueblo y soldados a la calle!”. Anunció la creación de un comando antigolpes, cuya primera tarea será elaborar un plan para neutralizar cualquier acción desestabilizadora.

    Anunció que hoy viajará a Cuba donde se quedará toda la semana. Solicitará permiso a la AN para ausentarse.

    “Todos los milicianos somos bolivarianos

    Desde las 4:00 am comenzaron a llegar a las adyacencias del Teatro Teresa Carreño, en la avenida México, autobuses con miembros de la Milicia Bolivariana. Roxana Ortuño, una joven llanera de 24 años de edad, contó que aunque le llama la atención el adiestramiento militar lleva pocos meses en su batallón, en El Diamante, un pueblo cercano a Altagracia de Orituco, en el estado Guárico.

    “Me gusta la Milicia y los desfiles, pero no he podido participar mucho porque estudio en la Misión Sucre. Hoy vinimos para la concentración y para apoyar al presidente Hugo Chávez. Nos dieron desayuno y esperamos el almuerzo”, contó a la 1:00 pm, mientras descansaba en la acera. A su lado dormía una señora.

    Ortuño fue la más afable del grupo de cerca de 300 milicianos que esperaba instrucciones para caminar hasta la avenida Libertador. La mujer dijo que su uniforme no estaba completo y aguardaba por las botas.

    Cerca de la Universidad Nacional de las Artes había más autobuses con milicianos.

    Cuando la reportera pasaba al lado de uno de ellos, alguien tocó el vidrio delantero para llamar su atención: “¿Falta mucho para llegar a la marcha?”, preguntó Luis Peláez, que se identificó como miliciano barinés. Narró que llegaron a Caracas a las 6:00 am y que esperaban la comida y sobre todo que cesara la lluvia meridiana.

    Afuera de la sala José Félix Ribas, milicianos compartían el espacio con funcionarios del Ministerio de Asuntos Penitenciarios. Cayetano Mercado, de 48 años, señaló que llegó a las 9:00 am desde Guadalito, Apure. “Vinimos a apoyar a Chávez y a la FAN de las agresiones que sufrió en 2002”, acotó.

    Pese a que la mayoría de los milicianos portaba el uniforme verde denominado Patriota, otros lucían un uniforme beige con sombrero. “Ellos son del Cuerpo de Combatientes y nosotros de la Milicia Territorial. Pero todos somos bolivarianos”, explicó una mujer afuera del Hotel Alba, y parecía ignorar que ayer también se conmemoraba el Día de la Milicia.

    A los que marcharon les pasaron lista:

    Aunque les dijeron que no estaban obligados a ir a la marcha en apoyo al presidente Hugo Chávez, muchos de quienes caminaron ayer hasta Miraflores tuvieron que anotar sus datos personales en lo que sus superiores denominaban listas de asistencia.

    En la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública, ente adscrito al Ministerio de Planificación y Finanzas, la persona encargada de facilitar a los estudiantes las planillas en las que debían anotarse estaba parada en la puerta de la institución, a la vista de todo el que pasaba.

    “Suspendieron las clases por la macha. Dicen que ir es voluntario, que vaya el que quiera, pero obligatoriamente nos tenemos que anotar al llegar. Un amigo que está en semestres superiores me dijo que no me fuera después de firmar ­como han hecho muchos compañeros­, porque luego pasan la lista en el autobús y al parecer también vuelven a contarnos al finalizar la marcha”, narró uno de los muchachos.

    En la parte de abajo de la sede del Banco Central de Venezuela, a poca cuadras del palacio presidencial, también había un grupo de personas anotándose en una lista. No eran empleados de esa institución. “Somos de un consejo comunal de la parroquia Altagracia. Hacemos trabajos de albañilería para reparar nuestras propias viviendas.

    No nos estamos anotando porque vengamos obligados.

    No. Sino que firmamos para que quede constancia de que vinimos porque este es como un día normal de trabajo”, indicó uno de ellos.

    Las integrantes de la misión Madres del Barrio que vinieron en autobuses desde Barinas y Portuguesa también tenían sus listas. “Les pasaron lista apenas arrancamos”, contó uno de los conductores. “¿A quién se le va a ocurrir faltar cuando está recibiendo un beneficio del Gobierno? ¡A nadie!”, se respondió a sí mismo.

    Muchos de los empleados públicos, integrantes de misiones y trabajadores de empresas del Estado que colmaron la marcha que llegó hasta el balcón del pueblo, estuvieron sometidos a esa situación.

    Otros aseguraron haber ido voluntariamente. “Vinimos porque quisimos. A nosotras no nos obligan”, dijo una de las mujeres de la misión Madres del Barrio que llegaron en autobuses desde el interior del país y que en lugar de estar en la marcha se sentaron en las adyacencias del Ministerio de Educación. Una de ellas veía una revista y otra hacía una siesta en plena acera. “Lo que pasa es que ya fuimos y estamos cansadas”, dijo una de ellas, cuando se les preguntó por qué estaban allí y no en la marcha.

    Barreto rechazó plan de desarme del Gobierno:

    En un foro relacionado con el 11-A, el ex alcalde calificó de burguesa la ley de desarme que se discute en la Asamblea Nacional

    El ex alcalde de Libertador Juan Barreto aseguró que la solución al problema de la inseguridad del país debe resolverse rearmando al pueblo para la autodefensa.

    Durante los actos oficiales relacionados con el 11 de abril en el teatro Teresa Carreño, Barreto rechazó la ley de desarme que se discute en la Asamblea Nacional y afirmó que “a la burguesía no la van a desarmar. Le van a quitar el chopo al señor de la panadería, el calibre 38 al chofer”.

    El ex alcalde, que se encontraba junto a la ministra para los Servicios Penitenciarios, Iris Varela, criticó el papel de los grupos de motorizados que muestran sus armas para intimidar a la población.

    Aseguró que el plan de rearme preservaría la seguridad en la propiedad de las comunidades, además de proteger la vida de la gente que vive en ellas.

    Previamente, Barreto había defendido un proyecto de seguridad que involucraba el uso de globos aerostáticos y que promovió desde la Alcaldía Metropolitana. El proyecto, que fue entregado al Ministerio de Interior y Justicia, integraba a la policía vecinal pero fue desmantelado.


    Por: EDGAR LÓPEZ
    DIANA LOZANO PERAFÁN
    MARU MORALES
    SOFÍA NEDERR
    elopez@el-nacional.com
    OFICIALISMO | PSUV
    EL NACIONAL
    SÁBADO 14 DE ABRIL DE 2012


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