Chávez y su imantación por la nada
El idioma no es lo que era. Hace cien años, pongamos. Y no solo porque desde entonces para acá ha cambiado, ha evolucionado, han entrado algunos términos y salido otros (los correspondientes a la cibernética, por ejemplo, en pleno), sino porque también la mente del hablante ha sufrido un cambio.
Piénsese que hace un siglo no existía la televisión y ni siquiera el cine era popular. La presencia cotidiana de uno y otro han marcado su impronta en el lenguaje hablado en el sentido de que ahora todo -o casi todo- lo que decimos tiene un correlato en imágenes acuñadas por el cine, la TV, la fotografía e incluso los museos, cuyas colecciones conocemos en buena medida por estas formas de comunicación y difusión.
Hasta la conversación más cotidiana evoca en la mente de sus participantes formas que han visto en algún lado y que se activan en su imaginación dando colorido y animación a lo que están diciendo.
Esto ocurre, insisto, incluso con las mayores levedades que escuchamos. Pongo un ejemplo: cuando el presidente de la república dice que enfrentarse al candidato de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski, es como lidiar con la nada, en mi mente surge la figura de un cochino haciendo ondear varias yardas de seda en el aire.
Me encanta cuando lo dice.
Por: MILAGROS SOCORRO
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EL NACIONAL
Martes 03 de Julio de 2012
