Puede surgir una reacción en
cadena debido al descontento
Ayer la prensa destacaba el hecho, por demás dolorosamente informativo, de que entre el domingo y el lunes del fin de semana pasado, “tres funcionarios de la Guardia Nacional fueron asesinados en el transcurso de tres horas”. Se trata de los sargentos Arquímedes Rojas y Domenico Carlos Ventresca a quienes “les asignaron los números 257 y 258 de los cadáveres ingresados en la morgue de Bello Monte en lo que va de mes”. Ambos, advierte la periodista, “fueron asesinados de múltiples disparos en la avenida Páez de El Paraíso, frente al Parque de Naciones Unidas”.
Que esto ocurra en una zona tan transitada y que la Guardia Nacional tradicionalmente ha tenido bajo su control no deja de llamar la atención. De acuerdo con el texto de la información publicada, “las víctimas se desplazaban en una moto Kawasaki en el momento cuando fueron atacadas por unos delincuentes que tripulaban un vehículo marca Chrysler y aunque intentaron defenderse fueron despojados de dos armas Beretta, calibre 9 milímetros”.
Si esto lamentablemente les ocurre a dos jóvenes miembros de los cuerpos de seguridad, entrenados para combatir y reprimir a los delincuentes, ¿qué les espera a los ciudadanos comunes y corrientes que no conocen ni manejan armas con la habilidad demostrada por cientos de delincuentes? Siguiendo el texto de la periodista de sucesos de este diario y respaldado por idénticas versiones de otros rotativos capitalinos, Felipe Ventresca, hermano del sargento Ventresca, dijo haber acudido a la morgue para retirar el cuerpo de su pariente. “Criticó que el Gobierno no ha impulsado políticas eficientes para combatir la inseguridad: `Me da mucha pena y me desagrada lo que está pasando en el país. Yo voté por el presidente Chávez, pero ya no votaré más por él. Mi hermano era humilde, educado, no tenía malicia y sin embargo lo mataron”.
El tercer guardia nacional asesinado fue Luis Alfredo Salcedo, de 23 años de edad, ultimado en el sector Palo Alto en Los Teques, en un operativo de seguridad en la zona. “Con los homicidios de los tres agentes de la Guardia del Pueblo, la cifra de funcionarios asesinados en el área metropolitana de Caracas asciende a 55 en lo que va de año”, informa con precisión la periodista.
Desde luego, de un sector de la Guardia Nacional han surgido voces de protesta a través de las redes sociales. Esto, en principio, sería la primera vez que ocurre pero puede surgir una reacción en cadena debido al descontento.
Uno de los mensajes dice: “Señor Presidente, nosotros también tenemos derechos humanos, ya basta de tanta injusticia y desidia con la FAN. Señora Iris Varela, entregue el cargo que grande le quedó; por su culpa tenemos tres guardias nacionales heridos en la cárcel de Mérida, uno herido en la cárcel de Tocorón, y cuatro guardias nacionales y un teniente secuestrados y desnudos en la cárcel de Santana. Ya basta, señor Presidente”.
Por: Redacción
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EL NACIONAL
