No hay muro que valga
■ Afectados por la situación del agua del Lago de Valencia invitaron a la fiscal Luisa Ortega al estado Aragua para que le conste el mal estado del muro del Lago de Valencia.
■ Muchos aragüeños no lo saben, ignoran hasta donde llega el problema de los Maracayeros y su cercanía al ahora creciente Lago de Valencia, también llamado de Los Tacariguas.
■ Vecinos del sector San Vicente, cercanos al Lago de Valencia, cerraron la entrada principal de Maracay para exigir viviendas dignas. Señalaron que el Lago de Valencia entra a sus casas.
■ Las plantas potabilizadoras convencionales de hace 50 años no son capaces de tratar la contaminación que tiene el agua de hoy. El bombeo de agua del lago de Valencia a los embalses Pao Cachinche y Pao La Balsa es la primera causa de contaminación.
El Lago de Valencia continúa creciendo, desbordado, sin control, engullendo caseríos aledaños con sus casas, calles y enseres de la gente. Sus linderos ya arropan buena parte de Aragua, pero el gobierno nada hace para controlar la situación. Ni hablar de lemna, infecciones y demás pestes que pudieran desatarse. El agua llega hasta la mitad de los postes, supera la altura de las ventanas y hasta las camas de algunos quedan, de verdad, con colchones de agua.
Unas 5.800 familias podrían sufrir una tragedia si el gobierno regional no responde a las fallas que presenta el muro que contiene al Lago de Valencia. Las lluvias han aumentado la alarma por la crecida y las autoridades municipales y regionales no hacen nada.
La parlamentaria Vestalia Sampedro indicó que “no queremos que su crecida provoque más pérdidas de vidas, pero vemos con estupor cómo la acción gubernamental continúa siendo la misma, apagar el fuego en lugar de evitarlo”.
“Es nuestro deber alertar y advertir sobre lo que ocurre con la desatención del Lago de Valencia, en términos de soluciones de fondo, causa de nuestra incesante denuncia, aunque sea interpretado a conveniencia del Gobierno como desestabilización”, afirmó.
La diputada de Proyecto Venezuela en la Asamblea Nacional por el estado Carabobo, Vestalia Sampedro, reiteró la importancia de atender a las familias afectadas por la crecida del Lago de Valencia y exigió al Gobierno nacional actuar, de manera inmediata, antes que ocurran más hechos que lamentar, a “hacer valer la palabra comprometida en los decretos de emergencia emitidos, que pareciera han sido letra muerta”.
El Lago de Valencia continúa creciendo, desbordado, sin control, engullendo caseríos aledaños con sus casas, calles y enseres de la gente. Sus linderos ya arropan buena parte de Aragua, pero el gobierno nada hace para controlar la situación. Ni hablar de lemna, infecciones y demás pestes que pudieran desatarse. El agua llega hasta la mitad de los postes, supera la altura de las ventanas y hasta las camas de algunos quedan, de verdad, con colchones de agua.
Sampedro insistió en que “seremos constantes y reiterativos, hasta tanto no se logre la reubicación de cada una de las familias afectadas, no en refugios, sino en viviendas construidas con los ingentes recursos que recibe el Estado. Una indemnización tal como lo ordenó el Tribunal Supremo de Justicia (…) de igual manera insistiremos hasta lograr que se traten las aguas para su descontaminación”, subrayó.
En una visita improvisada hacia el sur de la ciudad de Maracay captamos imágenes de la gran crecida del Lago de Valencia, que podría estar a punto de desbordarse colocando en peligro algunas poblaciones.
Al llegar al Lago nos encontramos con un obrero que se encontraba en las instalaciones y nos informó que los habitantes de los sectores La Punta, Mata Redonda, Casanova Godoy, La Esmeralda, y otros barrios aledaños al Lago de Valencia al Sur de Maracay, se encuentran afectados por su crecida obligando al desalojo de varios hogares que se encuentran en las cercanías.
El obrero que conversó con nosotros bajo anonimato recalcó que están empezando a construir el muro de contención para detener la gran cantidad de agua que podría desbordarse.
Hace días la fracción parlamentaria de Proyecto Venezuela en el Consejo Legislativo de Carabobo insistió en que existe la condición de riesgo sobre más de 8 mil residentes en los alrededores de El Lago de Valencia, ya que el nivel actual de éste supera en 1,30 metros la capacidad de soporte del Terraplén La Punta, lo que podría hacerlo colapsar en cualquier momento y permitir el paso del agua como una ola tipo tsunami.
El muro:
Unas 5.800 familias podrían sufrir una tragedia si el gobierno regional no responde a las fallas que presenta el muro que contiene al Lago de Valencia. Las lluvias han aumentado la alarma por la crecida y las autoridades municipales y regionales no hacen nada.
Sólo 400 metros separan la casa de Arelis López del muro que contiene al Lago de Valencia en la urbanización Mata Redonda del estado Aragua, la misma estructura que está en riesgo de ceder porque el agua superó el límite recomendado de 408 metros sobre el nivel del mar y está en 413,80.
Las autoridades municipales, regionales y nacionales saben del peligro que corren más de 800 familias de Mata Redonda y La Punta, sumadas a las 5.000 que viven en los caseríos aledaños, pero hasta ahora la única medida que han tomado ha sido la de militarizar la zona y restringir el paso.
El pasado lunes, las fuertes lluvias hicieron crecer más el lago y se vieron olas de hasta dos metros de altura que impactaban contra el muro. Con disparos al aire militares impidieron a medios y vecinos del sector acercarse al sitio.
López explica que al muro se le han colocado materiales para aumentar su nivel, pero ya no pueden seguir haciendo esos remiendos porque las bases no están aptas para resistir más peso. “De acuerdo con el constructor, no se le pueden poner materiales para incrementar su altura, aún así se le han aumentado un 1,90 metros de un lado y 40 centímetros más donde sube el oleaje”.
Soluciones que no llegaron:
Según los vecinos de la zona, al lago debían construirle una planta de tratamiento para canalizar las aguas y evitar que aumentaran su nivel. Además, desde 2006 los habitantes del sector ganaron una sentencia al Ministerio del Ambiente donde el Tribunal Supremo de Justicia ordenó indemnizar a cada uno de los afectados.
“El gobierno regional lo que ha puesto son pañitos de agua tibia. El ministro Alejandro Hitcher ni aparece por aquí”, denuncia López. Hasta ahora las ofertas que les han hecho a las familias es llevarlas a moteles y que esperen hasta que se les construyan unas viviendas de 60 metros en un terreno donde ni siquiera se ha puesto la primera piedra.
Todas las casas del sector están corroídas por el agua y las paredes muestran el deterioro que causa la humedad. El urbanismo del sector está deteriorado: no tienen plazas, las calles están llenas de huecos, la iglesia tuvo que dejar de funcionar porque tras las inundaciones quedó inhabilitada y ahora sirve como vertedero de basura.
El caracolillo que genera el lago se comió los pisos de las casas y las empresas de servicios han dejado de hacer mantenimiento. A pesar de estar en riesgo de que ocurra una tragedia, los habitantes no se moverán del lugar hasta que no se les cumpla con lo establecido en la sentencia del TSJ.
Por: JESENIA FREITEZ GUEDEZ
Vanessa Navas
Salud pública | Politica
CIUDAD | MARACAY
DOMINGO 02 DE SEPTIEMBRE DE 2012
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