Mis monólogos ayudan
a “dormir” bien…
–¿Está a tiempo?
-¡Claro, de cualquier cosa!
–¿De ser la futura primera dama?
-¡No, chico! (carcajadas). Eso se acabó. No hay tiempo ni corazón.
–¿Y “corazón de la patria”?
-A esa campaña no pertenezco.
–¿Su actual “latinoamerican idol”?
– Matías, mi hijo.
–Además de preparar arroz, ¿qué aprendió de su abuelita?
– (Carcajadas) Yo me como todo lo que hace mi abuelita.
–¿Aprendería el país?
-¡Ay!, el 7 de octubre habrá un buen test.
–¿En qué se parecen los monólogos de su show a los encadenados?
-En nada. Los míos duran 12 minutos y producen diversión.
–¿Simplificaría los shows de seis horas?
-A 42 minutos.
–Como cubana, ¿qué desea para Cuba?
-Cuba libre, y no precisamente el trago.
–¿Un mensaje a los Castro?
-¿Los del banco Latino?
–En un congrí, ¿qué ingrediente sería?
-La caraota.
–¿Con esa blancura?
-Uno lleva su sabrosura por dentro.
–¿Será el país otro mar de la felicidad?
-Espero que no.
–¿Una nostalgia?
-Buenos Aires.
–¿Se le pegó el acento sureño?
-Totalmente, pero luché contra eso.
–¿Otra lucha?
-La dieta.
–¿Su referencia de niña?
-Daisy Fuentes.
–¿Un temor?
-Que se vaya la luz.
–Menos mal que no vive en Venezuela…
-¿Quién te dijo que no vivía aquí?
–¿Una adicción?
-Platanitos en salsa de tomate.
–¿Una contradicción?
-Tener tiempo libre y no poder vivir sin trabajar.
–¿Un complejo?
-¡Ahhh! Ya me resigné a ser como soy.
–¿Qué la haría creer en el matrimonio?
-Que después de casada siga en un castillo con un príncipe azul.
–¿Desde cuándo es cómica?
-(Carcajadas) Más que cómica, soy irónica.
–¿La ironía nacional?
-Que a veces los presos tengan más poder que las autoridades.
–¿También compite con la comicidad oficial?
-(Carcajadas) Para nada. Mis monólogos ayudan a dormir bien.
–¿Y con Luis Chataing?
-No, él está a las 12 y yo a las 11.
–¿Animaría a lo que queda de Ni-Ni?
-El ánimo va por dentro.
–¿Y los shows del Parlamento?
-Ya tengo el mío y con él me divierto mucho.
–¿Y el proceso de reconciliación?
-A eso no le falta animación, sino ganas.
–¿Actriz?
-Por retruque.
–¿Cantante?
-¡Uf! Lo hubiera sido, pero nadie quiso acompañarme en ese sueño.
–¿Monja?
-A veces me controlo más de la cuenta.
–¿Le atrajo un cura?
-No me gustan los hombres vestidos de negro.
–¿Un pecadillo confesable?
-¡Ay, ay, ay! La verdad, me porto bien.
–¿Candidata a la Presidencia?
-¡Nooo, qué va! Ni en la otra vida.
–¿El animal más cercano al hombre?
-El mono. ¡Y déjalo hasta ahí! (risas).
–¿Se autocensura?
-Mucho.
–¿Algo que decir por este medio que le es vedado en TV?
-Que aprovecho bien esos treinta minutos en TV.
–¿Imagina su programa en el comunismo?
-No, el comunismo no acepta oposición ni humor.
–¿Defendería a Capriles de los ataques del oficialismo?
-Él se defiende muy bien.
–¿Una recomendación de amiga?
-Él ha crecido mucho. Más bien, yo le pediría una.
–¿Una rival? –Yo misma.
–¿Qué le dice el “espejito, espejito” al levantarse?
-Péinate.
–¿Qué color le falta por conocer a su cabello?
-Morado.
–¿Un revolucionario? –¡Ay, chico, qué broma contigo!… ¿y si digo Henrique Capriles?
-¿Una fantasía? –Aunque soy demasiado apegada a la tierra, no habría espacio para este Ping Pong.
–¿Pudorosa?
-Sí… ya hay una Diosa Canales.
–¿Alguna atracción fatal?
-¡Nooo! ¡Gracias a Dios!
–¿Y “Nueve semanas y media”?
-Tampoco cabría en este Ping Pong.
–¿Qué le contagió Chataing?
-La niña fresa.
–¿Y el candidato?
-¡Ah, pues!, ¿pero vas a seguir? (risas).
–De no ser animadora…
-Tenista.
–De ser chavista…
–(Carcajadas) Mis raíces cubanas no me lo permitirían.
–¿Llorona?
-Dos veces al mes, cuando veo crecer a Matías.
–¿Un defecto?
-Impaciente e inconforme.
–¿Una alegría?
-No conseguir cola un martes a las 8:00 de la mañana.
–¿La última vez que lloró por amor?
-Hace tiempo.
–¿Y por el país?
-No hace tanto tiempo.
–¿Llorará el 7 de octubre?
-Sí, por lo somnolienta que estaré, y si Tibisay no da los resultados ese día.
–¿Se siente corresponsable de la situación?
-No fui parte del grupo que eligió todo esto en 1998.
–¿Ocuparía un cargo en el próximo gobierno?
-No, sólo pido que se abran oportunidades.
–¿Se montaría de nuevo en la tarima?
-Con la tarima o sin ella habrá mucha gente celebrando.
–¿Qué pasaría en Venezuela si el primer monologuista nacional se empeñara en ser el animador único?
-Hay demasiados buenos animadores como para tener uno solo.
–¿Cómo duerme?
-De lado.
–¿Vestida?
-Claro! ¡Por favor, ni que fuera Jennifer López!
–¿Hollywood?
-Quiero otras cosas. Habría que conquistar mucho camino.
–¿Y en Venezuela?
-¡Claro que hay un camino!
*ERIKA DE LA VEGA, ANIMADORA
Por: JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
jolguerr@gmail.com
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EL NACIONAL
DOMINGO 12 DE AGOSTO DE 2012