¿Dónde está mi familia?
AMUAY. Es Carmen López de Delgado. Una dama de Santa Elena, estado Bolívar. Ella es madre, abuela y suegra de la familia Delgado Llanos, quienes desaparecieron en la tragedia de Amuay el 25 de agosto 2012. Carmen reclama que perdió a su hijo Aníbal, a su nuera Yelitza, a sus nietos Ana Gabriela, Ana Karina y Engelberth, de quienes las autoridades no les han entregado ni siquiera las cenizas. Pero con esa familia murió también la niña de 9 años Yulysney Andrea, perteneciente a la familia Rivero Labrador, donde estaba hospedada la familia de Carmen. Ahí murieron Ana Neira Labrador de Rivero Jerez y el mayor de la GNB Eduardo Rivero Jerez. Esas 8 personas se encontraban en la vivienda de Guarnición, en el sector El Campo del Destacamento Nro. 44 de la Guardia Nacional, frente al tanque nro. 204 del Centro Refinador Paraguaná (CRP). La familia Rivero Labrador vivió allí 14 años. Y la familia de Carmen fue de visita el día antes de la tragedia. Aníbal y el mayor Eduardo eran compañeros de promoción. No hay duda para Carmen que su familia estaba en el trágico lugar. “Múltiples evidencias lo confirman: carteras, ropas, chequera, teléfonos, relojes, camioneta, zapatos y llaves”. Algunos funcionarios les han dicho que no hay rastros de la familia porque los cuerpos fueron desintegrados por el fuego. Pero no pasó lo mismo con algunos artefactos, uniformes, lencería, animales muertos. “Si el escenario del suceso no se modifica, las labores de búsquedas hubiesen arrojado otros resultados.”
HISTORIA. Yelitza Inés Llanos Ortega y Aníbal José Delgado López, se enamoran y se casan en La Victoria del estado Aragua. Dios le mandó a su primer bebé, Engelberth Alexander Delgado Llanos, quien nace en el Hospital Militar de Maracay el 26 de mayo de 1992, se gradúa en la escuela de Aviación Aeropotocos, como piloto privado y luego empezó la preparación para piloto comercial. Un año después, el 22 de abril de 1993, les llega su segundo hijo, Ana Gabriela, bella jovencita estudiaba en el Instituto Universitario de Ciencias Administrativas y Fiscales y cursaba estudios de Telecomunicaciones en el tecnológico de La Victoria. Y les llegó, el 15 de febrero de 1997, el tercero de los hijos: Ana Karina, quien había pasado para el segundo año de Ciencias eximida en el colegio Metropolitano de Puerto Ordaz y practicaba porrismo. Aníbal José, era el mayor de los dos hijos de Carmen. Aníbal se formó en la primera promoción de Sub-oficiales profesionales de carrera en Michelena, Táchira; estuvo 8 años en la Guardia Nacional hasta que se retiró e ingresa a Edelca, en el Departamento de Seguridad del Aeropuerto Macagua (Bolívar). Yelitza y Aníbal visitaban a sus hijos con mucha frecuencia en Maracay.
RECLAMO. Está madre y abuela denuncia que a la tragedia de perder a la familia se suma la actuación de los cuerpos competentes. Ella se pregunta: “¿por qué no se acordonó el perímetro total donde se encontraban los cadáveres, tanto enteros como desmembrados? ¿Por qué no se esperó que llegaran los organismos (Cicpc, Ministerio Público, médicos forenses, patólogos, odontólogos forenses, antropólogos, al lugar del suceso? ¿Por qué se procedió a la remoción de los escombros el mismo día y a pocas horas de la tragedia? ¿Por qué no se consignó como evidencia la ropa de los cadáveres? ¿Quién autorizó la demolición de las estructuras de las casas colapsadas? ¿A qué lugar fueron llevados los escombros retirados? ¿Por qué permiten una búsqueda minuciosa 7 días después cuando no se iba a encontrar presencia de restos humanos? ¿Qué ocurrió con las bolsas negras que contenían restos de cadáveres desmembrados, las cuales fueron observadas por mis otros hijos y por la hija de la esposa del mayor Rivero?”. A dos meses de ocurrida la tragedia nadie les da respuestas. Pdvsa les paga taxi, hotel y atención, pero hasta ahora Carmen sólo ha recibido el cadáver de su nieto Engelberth a los días del accidente. ¿En mi condición de madre, abuela, y suegra de esta hermosa familia, cómo asimilo el dolor de no saber el paradero de los cuerpos de cada uno de ellos? “Fueron muy unidos, tan unidos que se fueron al cielo todos juntos”, dice Carmen.
MILITAR. Fue uno de la Armada. Y ocurrió en plenas fiestas patronales en San Carlos de Río Negro. (Amazonas). El militar, por una razón desconocida enloqueció y disparó su arma de fuego. Asesinó a un joven, hijo del coordinador de lso Círculos Bolivarianos en la zona. Y dejó a seis personas heridas. Se dio a la fuga.
GLORIA DEPORTIVA. Es César Alberto Velazco Padilla. 232 personas con discapacidad fueron nombradas con el mérito Gloria Deportiva de Venezuela. Para ello debieron entregar sus currículos y demostrar ser los mejores en la disciplina deportiva que corresponda. A César Alberto le correspondió por atletismo y natación. El 25 de noviembre 2011 hubo un acto en el teatro Teresa Carreño. Llevaron a los discapacitados con un mono tricolor y pancartas, para que el presidente de la República los viera. Allí él, Hugo Chávez felicitó a ese grupo de 232 personas con discapacidad. Y les dijo, en cadena nacional, que a partir de ese noviembre ellos recibirían la pensión del Seguro Social. El tiempo pasó y les dieron la pensión a algunos de ellos. 54 siguen esperando. No les han pagado ni la primera vez. Las excusas son varias, entre ellas que no tienen la edad requerida.
DGCIM. Es la Dirección General de Contrainteligencia Militar (antiguo DIM). Por una orden del director nacional le prohíben el acceso a sus instalaciones al presidente nacional de la Asociación de Jubilados y Pensionados, Sub/comisario Andrés Rafael Escalona. “El único delito que he cometido es reclamar los beneficios sociales de los Jubilados y Pensionados ”. A Escalona le dijo el Director Regional DGCIM en Lara que según órdenes del alto oficial, no podía visitar la institución. Dice Escalona que el Director DGCIM debería preocuparse más en las estrategias para lograr que el personal de jubilados y pensionados tengan una seguridad social excelente, homologación justa, cesta tickets, un reglamento de jubilaciones que los beneficie.
BORGES. El maravilloso poeta Jorge Luis un día escribió: “Ya no seré feliz. Tal vez no importa./ Hay tantas otras cosas en el mundo;/ un instante cualquiera es más profundo/ y diverso que el mar. La vida es corta/ y aunque las horas son tan largas,/ una oscura maravilla nos acecha,/ la muerte, ese otro mar, esa otra flecha/ que nos libra del sol y de la luna/ y del amor. La dicha que me diste/ y me quitaste debe ser borrada; / lo que era todo tiene que ser nada”.
Última Hora
* Se agrava el tema eléctrico. En San Fernando de Apure celebran cuando hay luz porque casi no la ven.
* La remoción de todo el grupo de militares que estaban en el Batallón Ricaurte del Fuerte Quinimarí en Rubio, es por irregularidades graves.
CÁRCEL. Fue en el desalojo de la antigua cárcel de Coro. Un funcionario cuenta indignado que una parte importante de la historia no fue contada. Y es aquella de cómo se entregó el pran. “Ese día –narra- llegó en una camioneta blindada un hombre bien vestido y acompañado de una hermosa dama. Se bajó frente a la cárcel. Lo escoltaban varios hombres, que venían en dos camionetas. No permitieron que algunos de los funcionarios se le acercaran. Ese hombre de más de 1.70 de altura, cabello muy corto y piel trigueña, estaba fuertemente armado. Sus escoltas también. El hombre pasó frente a los guardias, los Cicpc y la ministra Varela, y entró al penal. Se reunió durante dos horas con el pran de la cárcel vieja de Coro. Después salió, subió a la camioneta y se marchó con la mujer y los carros que lo escoltaban. Luego supimos que ese hombre también es un pran, pero de otra cárcel”.
Por: SEBASTIANA BARRÁEZ
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