Mi comadre Petra María, que vive en una
casita rural en el pueblo de Uchire…

Ella se pasa el día completando el bolívar para comprar la harina para las arepitas –cuando la consigue-, me dijo que ella no quiere seguir con este gobierno que la asfixia y que cada día siente que camina para atrás como el cangrejo.

Dice “La negra Petra” -como todo el mundo la conoce-, que con el cuento del socialismo se lo metieron-ustedes saben qué, es decir, esa manera de hacer las cosas donde ellos deciden todo, sin considerar a nadie y aprovechándose de las mieles del poder con todo y viajes, dólares y mucha plata mal habida- a todos y muchos no se han dado cuenta, de este nuevo sistema de vida, que copia lo peor de los países donde la autocracia reina y se dispone de los recursos del pueblo, como si los tuvieran debajo de un colchón.

Algunos despertaron cuando vieron distintas manifestaciones de dirigentes socialistas viviendo como potentados herederos del “mantuanismo” del siglo XVIII, que tanto critican; con haciendas, camionetas-que parecen ser el símbolo del poder moderno-, convirtiendo sus casuchas de pueblo en quintas de la aristocracia burguesa del siglo XX, mientras la gente sigue sin ver más, que las colas para comprar en mercal, el modulo de barrio adentro que no llega ni a puesto de recetas que garanticen la vida, apagones de país africano, carreteras en mal estado, carencia de empresas, falta de manufactura, desempleo y una delincuencia que tiene su cementerio particular , el cual crece como la verdolaga.

Entonces, me dijo-la negra-, que había botado como 300 franelas, con sus respectivas gorras de cientos de misiones, slogan electorales, y otras cosas, que le habían regalado en 14 años de gobierno para que fuera a marchar por “Tarek”, por el finado resucitado en pajarito que trina por las mañanas-ustedes saben- , por Aristóbulo y por el Alcalde local que vive caído de la mata, pendiente de sus peleas de gallos e invirtiendo dinero en esos animalitos, en apuestas y viajes por todos lados como si fuera un jugador de golf-una súper estrella, pues-, cargando con sus implementos, sus maletas, plata y demás , a donde haya un sarao dentro de una gallera nacional.

“Estoy muy desencantada, mi compadre- me decía Petra con una voz que daba pena ajena-, ahora vemos a Nicolás queriendo agarrar el coroto y una siente que nos estuvo mintiendo sobre la muerte del presidente, hasta tener controlado el momento para decirlo, eso se respira como el viento fresco que viene del mar todas las mañanas.” Además, seguía diciendo su letanía, no vemos un avance real del bienestar, digan lo que digan. Mi marido no consigue un empleo estable y tenemos que estar inventando tigres y pendiente de lo que el gobierno le quiera dar a uno a cambio del voto, como si una estuviera mendigando por el hambre y obligándole a una a vestir la franelita, la gorrita, y a decir si… con la cabeza a todo.

A todas estas, Petra me dijo iba a votar diferente en esta oportunidad y que apostaba todo por la democracia, por la libertad de hacer, de pensar, de trabajar, por la alternabilidad, la inclusión y por el fomento de la empresa privada que da trabajo y posibilidades de crecer.

Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo

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