El “madurismo”, sin
la oposición…
Los casos del antagonismo político a nivel de los municipios y ámbitos parroquiales han subido de tono y se les pudiera escapar de las manos, de aquellos a quienes después les va a costar limpiar la sangre del río de la institucionalidad democrática. Tanto del sector oficialista, como de la acera opositora, hay signos de inmadurez humana y de mezquindad política que denotan que la situación –en ambas posiciones– terminará en cisma político, que pudiera poner en grave riesgo la conservación u obtención del cargo de muchos burgomaestres o candidatos. Maracaibo es la muestra más triste en el caso de la oposición, y San Francisco es la perfecta referencia en el sector oficialista.
Más allá del tema de la gestión hecha o no, más allá de la popularidad o impopularidad de los alcaldes en ejercicio, más allá del tema de las primarias o de la revisión en un consenso para actualizar las propuestas candidaturales, incluso, más allá que surgieran opciones de mayor esperanza electoral, que sí las hay, el meollo estriba en la cantidad de zancadillas, insultos, improperios y descalificaciones que nadan en las aguas de un río democrático –ya contaminado y viciado– que no soporta una gota más de odios y rencores.
Esta diatriba es muy peligrosa y de altísimo riesgo para los propósitos tanto de la MUD como del PSUV. De verdad mi honda preocupación es por lo que acontezca dentro de la Unidad, me tiene sin cuidado la fatalidad política que pase en el chavismo, pero no podemos perder de vista lo que se está desarrollando en el “madurismo”, ya que si la oposición no aprovecha estas fisuras, y en vez de responder con las herramientas nobles de la unidad, valentía y verdad, reacciona con el divisionismo, cobardías y demagogias, es muy poco lo que podemos aspirar y esperar a nivel de cambios en Miraflores.
Los oficialistas al final de la diatriba interna se unen en “estado necesidad”, porque no tienen a Chávez; pero los opositores, al presentársele el “estado de oportunidad”, se dividen, porque piensan que sin el efecto Chávez, las candidaturas satelitales a la MUD pudieran tener chance en los comicios municipales, y no será así. Están muy equivocados. Recuerden que hay tres fantasmas enemigos de estas elecciones: la abstención electoral, la decepción de los dirigentes políticos y la desilusión social.
Que los oficialistas se muerdan entre ellos, eso nos favorece electoralmente, pero que la oposición se despedace, por el sólo hecho de no pensar como país, sino para darle rienda suelta a los intereses personales y sectarios, eso es triste.
Un consejo humilde para ambas aceras, y en especial para la Unidad, partiendo de que ninguno de los dos sectores merecen dirigir la Venezuela emergente que pronto nacerá desde las cenizas dejadas por el “castrocomunismo”, irremisiblemente el futuro país que nos espera requiere del esfuerzo de todos y del aporte de cada uno de los venezolanos, este es el consejito: no jueguen a la división.
Los únicos seres que gozan de toda división son los demonios, diantres que a pesar de rabiar entre ellos, nunca se dividen porque los malos saben que su división, es su extinción.
¡Paz y Bien!
Dios siga uniendo a los buenos, amén.
Por: Padre Palmar
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Caracas, Junio 20 del 2013
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