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    LUIS ALFREDO RAPOZO: Elecciones municipales



    los comicios municipales

    Una contienda de
    ofrecimientos
    ..”

     

    El 8 de diciembre debemos estar votando nuevamente para elegir a los alcaldes y representantes ante el municipio, si no hay nada extraordinario que perturbe el proceso. En muchos pueblos hay expectativa para confirmar a un mandatario actual o cambiarlo. Es el momento de evaluar una gestión, un comportamiento, una política municipal y su efectividad en el bienestar que percibe la gente en su comunidad.

    Es lógico prever que los candidatos se van a agarrar por los moños difundiendo sus intenciones de arreglar las calles, tapar los huecos, hacer puentes, mejorar la escuela, dar empleo, fomentar el turismo, apoyar la pesca y el sembradío, ayudar a la iglesia, mejorar la electricidad y hasta pagar sin trabajar con tal de conseguir los votos pírricos de 2000 votantes que deciden.

    Y es usual que empiecen los candidatos a sacarse los trapitos sucios al sol, a insultarse y hablar mal unos de otros. A veces no hablan de sus proyectos sino que montan una especie de feria en el centro del pueblo con unos quioscos atestados de cervezas gratis, regalan tarjetas telefónicas -una nueva modalidad-, y contratan a un cantante de música llanera para que improvise unos versos a favor del candidato. Entonces, al día siguiente la gente comenta lo bien que estuvo la fiesta y compara los templetes como si fuera la elección de una reina en las fiestas patronales.

    Todo indica que la calle se va a calentar para emocionar a la gente y tratar de mantener el espíritu del voto en alto, cuestión de lograr cada quien sus objetivos. Evidentemente, hay una conexión entre lo particular y lo general; hay una interrelación indiscutible, entre los servicios de aseo, transporte, vialidad, etc., correspondiente al municipio y las responsabilidades del gobierno nacional ineficiente en las áreas de vialidad, salud, educación, etc. Es decir, que la mala o buena gestión del gobierno nacional incidirá en un candidato oficialista, en algún grado.

    Hay pueblos donde los alcaldes que quieren reelegirse tienen su cabeza guindando y lista para ser frita en aceite. Sujetos que han sido oscuros en su gestión, corruptos, improvisados, sin creatividad y sin logros satisfactorios para la gente: tendrán que hacer magia para quedarse.

    Muchos candidatos procuran llegar a la alcaldía para resolverse la vida económicamente, sin realmente tener en primer plano el deseo y disposición de llevar a cabo una gestión respaldada con un plan de desarrollo, con un proyecto que conlleve soluciones, crecimiento, y avance de una comunidad que redunde en mejora del nivel de vida.

    Entonces, cuando llegan a la silla de la Alcaldía se vuelven locos como si fueran picados por un animalito que afecta la mente. De esa manera, se olvidan del objetivo social que los lleva al cargo y aparecen cambiando su vida a corto a plazo, montados en camionetas último modelo, viajando para sitios que nunca habían ido en viajes de placer, bebiendo aguardiente en cuanta tasca exista, perdidos entre piernas femeninas, remodelando sus casas y convirtiéndolas en mansiones, engordando sus cuentas bancarias y un sin fin de cosas raras como convertirse en adictos extremos en la crianza de gallos de pelea y su respectiva diversión en cuanto tinglado exista en esos pueblos.

    A todas estas, uno tiene la impresión que los tiempos están cambiando, a pesar que muchos dirigentes centralistas quieren nombrar a los candidatos a punta de dedo, desde Caracas. Y eso parece que genera rechazo. La gente quiere ver candidatos locales que sientan a su pueblo y sus problemas y no que lleguen candidatos importados que no saben dónde están parados. La gente quiere ver alcaldes con visión de futuro y trabajadores.

    Pero, hay que reconocer, que todavía vivimos en medio de una parranda electoral, de una contienda de ofrecimientos, de bolsitas de comidas, de techos de zinc, bloques, cabillas y sacos de cemento a cambio del voto, como si estuviésemos todavía en 1958, año en que todo se empezó a echar a perder: ¡Veremos que pasa en este país!

    Por: Luis Alfredo Rapozo
    Politica | Opinión
    luisrapozo@yahoo.es
    @luisrapozo

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