El desarraigo y nostalgia,
todo un drama humano..
Cada día más y más jóvenes expresan su deseo de irse de Venezuela ante la imposibilidad de conseguir un empleo que satisfaga sus expectativas y que esté a la altura de su formación académica, otro de sus argumentos es la inseguridad.
Los que desean independizarse, formar familia, se sienten frustrados al no poder adquirir una vivienda y tampoco existe la opción del alquiler. Son muchas las causas por las que, de acuerdo a encuestas, casi un 50 por ciento de muchachos entre 18 y 24 años de edad desea irse en búsqueda seguridad y mejores oportunidades.
Estos jóvenes no sienten que el país que tenemos es el que quiere y merece. Decepcionados por el sinfín de conflictos que existen, abrazan la posibilidad de optar por una beca, otros más aventureros expresan que prefieren lavar baños en otro país que continuar en Venezuela.
Cuando un pueblo emigra, los gobernantes sobran.
José Martí.
Las razones económicas no son las únicas que privan para optar irse, además de lo que expresamos anteriormente, la falta de estímulos a los profesionales también cuenta.
No solo se quieren ir o se han ido jóvenes que apenas comienzan su vida laboral, también se registra un alto porcentaje de venezolanos que han sido reclutados por empresas en el exterior , que descubren sus talentos y los llevan a formar parte de sus corporaciones donde casi todos logran destacarse.
Cifras extraoficiales señalan que venezolanos entre 25 y 44 años son los grupos de edad que más están emigrando, que se encuentran en plena edad productiva.
Estados Unidos, Canadá, España, República Dominicana, Portugal y Colombia son los países que reciben más emigración venezolana.
Para citar un ejemplo de lo que está ocurriendo, nos comentan que la ausencia de médicos especialistas en los hospitales venezolanos obedece a que dada su altísima preparación, consiguen oportunidades para laborar en otros países, siendo España el principal destino.
Esta emigración, en muchos casos, trae desarraigo, familias separadas, nostalgia, todo un drama humano. Por un lado, los que se quedan sufren la ausencia y, por otro, los que se van, además de extrañar a su familia y amigos, experimentan la nada fácil condición de ser “extranjero”.
Lamentablemente hoy un alto porcentaje de venezolanos desea irse, antes recibíamos inmigración.
Algo bueno tiene que pasar para revertir las condiciones que llevan a la emigración, los venezolanos debemos lograr el cambio y en vez de escuchar “me quiero ir”, la gente desee quedarse para construir el país que merecemos, ese es el reto.
*Noel Álvarez, Coordinador Nacional de GENTE “Generación Independiente”.
Por: Noel Álvarez
@alvareznv
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CARACAS, miércoles 11 de septiembre, 2013
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