En la noche ocurren la mayoría
de los hechos delictivos
■ Niegan la pensión de vejez a trabajadores de la salud .
■ Denuncian ineficacia de la milicia en la custodia de hospitales.
■ El actual personal de seguridad fue incorporado a los centros en 2011.
■ El Estado Mayor del Sector Salud comenzó el adiestramiento de 79 uniformados.
■ En el Hospital Domingo Luciani un hombre se disfrazó con uniforme de vigilante y mató a un paciente.
Guardar los teléfonos celulares y colocarlos en silencio, no sacar objetos de valor de las áreas del servicio de especialización y no usar prendas son algunas de las medidas de seguridad que han tomado los médicos del Hospital Domingo Luciani para evitar ser robados por sus pacientes.
No ha pasado una vez. En varias oportunidades, los médicos han sido vistos en el área de emergencia o pasillos del centro de salud con algún equipo electrónico y, cuando terminan su turno y salen del hospital, son sorprendidos por delincuentes, que le piden con especificaciones el aparato que llevan. “Tratamos de no sacar los teléfonos celulares en las áreas de emergencia o donde hay muchos pacientes o familiares. Ven lo que tienes y al salir te roban. A un compañero le pidieron su Iphone cuando salía. Dijo que no tenía uno, pero el delincuente le aseguró saber que sí y que era mejor que se lo diera”, dijo una residente de segundo año de especialización de ese centro de salud.
En total, 88 funcionarios resguardan las instalaciones: 28 agentes de la Guardia Nacional Bolivariana y 60 de seguridad interna. Se dividen en 2 turnos.
Mientras los primeros resguardan sólo los accesos, el segundo grupo ronda el hospital. El punto más cercano de Patria Segura está en la avenida principal de Las Vegas de Petare, antes del puente Baloa.
Evaristo Contreras, pediatra en el hospital, señaló que el personal de seguridad y de la GNB sólo se limita a apostarse en las entradas al edificio. Los pasillos del piso 2 y de la emergencia son los más custodiados por los vigilantes porque ahí circulan mayor cantidad de médicos. Las rondas en las demás áreas del hospital son esporádicas.
Estas fallas en la seguridad interna permiten que personas violentas ataquen al personal médico y pacientes.
Los llamados de atención de los vigilantes a las usuarios que causan disturbios en áreas del hospital o los reclamos por la falta de insumos de los pacientes pueden convertirse en una amenaza de muerte.
“La gente está violenta. Uno teme que los familiares arremetan contra nosotros al salir.
Por eso debemos estar pendiente de que nadie nos siga.
Yo por ejemplo no traigo nada de valor”, dijo Contreras.
Indicó que en ese centro de salud los incidentes de violencia ocurren principalmente en el turno nocturno porque los pasillos están vacíos. A esas horas, el personal evita tomar las escaleras y salen del hospital en grupos porque las adyacencias están oscuras.
En el área de emergencias son comunes las amenazas a médicos con armas de fuego para que atiendan a un paciente, así como las agresiones verbales. “Me siento decepcionado. Uno trata de prestar un buen servicio a la comunidad y espera que el esfuerzo sea retribuido. Además de trabajar con las uñas, tenemos que lidiar con el riesgo de que familiares molestos tomen represalias”, dijo.
Casos:
En el Hospital Domingo Luciani cada quien tiene una historia y comienzan a contarla con un “gracias a Dios a mí no me ha pasado nada”. Mariana Vegas, personal administrativo desde hace nueve años en el lugar, dijo que hace dos meses, en la noche, un hombre ingresó vestido como los vigilantes del hospital, subió al piso 6 donde están los heridos por arma de fuego y le disparó a uno de los pacientes.
Teresa Pérez, dueña de un pequeño negocio de comida, indicó que una enfermera fue asaltada en las escaleras del piso 5 a las 2:00 pm por un hombre que la amenazó con un arma de fuego.
Además, un médico fue apuñaleado para robarlo. Luego renunció.
“Hay que estar pendiente de sus cosas porque si dejas mal parado un teléfono celular te lo van quitar. A un médico le robaban los cestatickets todos los meses porque descuidaba su cartera”, dijo Vegas.
La milicia en los hospitales:
Ayer, en el Hospital Domingo Luciani de El Llanito, comenzó el adiestramiento de 79 de los 483 milicianos que asumirán la vigilancia de 27 hospitales del país. El anuncio de la incorporación de los uniformados a los centros de salud no fue bien recibido por representantes sindicales de los obreros.
Desde septiembre de 2011, los miembros de la Milicia Bolivariana realizan labores de vigilancia en varios hospitales a través del Plan Integral de Seguridad Hospitalaria del Dispositivo Bicentenario de Seguridad que coordina el Ministerio de Interior y Justicia, pero los sindicatos aseguran que los resultados no han sido satisfactorios.
Marianela Betancourt, secretaria general del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos, Profesionales, Técnicos y Administrativos del Ministerio de Salud, recordó que en los últimos dos meses se han registrado varios hechos delictivos en centros custodiados por milicianos. Entre ellos figuran el atraco a mano armada para sustraer los cestatickets del personal del Hospital Vargas de Caracas y la golpiza propinada a una enfermera de la Maternidad Concepción Palacios, que murió una semana después.
“Se siguen perdiendo materiales, equipos de gran tamaño y peso como monitores, tomógrafos y máquinas de anestesia. La milicia es una brigada de choque del gobierno en los hospitales. Cuando se les necesita se esconden. Le pedimos al Ministerio de Salud la salida de la milicia de los hospitales”, expresó.
Betancourt denunció que durante la madrugada del viernes pasado hubo un tiroteo dentro del Hospital José Gregorio Hernández de Los Magallanes de Catia durante un atraco masivo a médicos, trabajadores y pacientes. Un antisocial resultó herido. “El tiroteo se formó porque un policía nacional se enfrentó a los delincuentes. La milicia se escondió porque no tiene armas y tenía miedo”.
El presidente del sindicato de obreros del Hospital Universitario de Caracas, Dennis Guédez, indicó que los oficiales se limitan a cuidar el acceso principal. “La milicia parece que no existiera en el hospital. Cuando empezaron se veían en todas las puertas, pero ahora solo en la principal. Cuando hay eventualidad con pacientes no aparecen”, precisó.
Zuleika Pérez, miembro del sindicato de trabajadores del Hospital Leopoldo Manrique Terrero indicó que en el centro de salud los milicianos entorpecen el trabajo del personal de vigilancia. “Ellos no pueden dar seguridad. Muchos tienen más de 70 años de edad y no tienen ni un cortaúñas para defenderse”, agregó.
Micromisión:
El adiestramiento de los milicianos para su incorporación a las funciones de seguridad en los hospitales y ambulatorios del país forma parte de las micromisiones del Estado Mayor del Sector Salud. El director de prevención y control de pérdidas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Julio Bowen, explicó que los cursos incluyen 14 materias como relaciones interpersonales, puntos de control de accesos y análisis de áreas de riesgo, y tendrán una duración de 15 días.
428 de los 483 milicianos en formación prestan servicios en los hospitales. 60 de ellos laboran en el Domingo Luciani y otros 24 en el Universitario de Caracas.
Niegan la pensión de vejez:
Funcionarios del Seguro Social les explican a los servidores de hospitales públicos que el ministerio no ha cancelado sus deudas.
Sindicatos de trabajadores de hospitales públicos en Caracas denunciaron que a sus empleados no se les aprueba la solicitud de pensión de vejez debido a las considerables deudas que mantiene con el Seguro Social el Ministerio de Salud.
La secretaria ejecutiva de Sumep-Alcamet del hospital Francisco Antonio Rísquez, Marlene Camacho, informó que los trabajadores afectados cuentan con la edad y las cotizaciones requeridas. Además permanecen activos.
A Marisol Parada, con 17 años de servicio como técnica de registro en el Archivo del Periférico de Catia, el proceso le resulta cada vez más frustrante: “Uno que trabaja para tener algo con lo que contar cuando esté viejo y ahora tienes que estar peleando para obtenerlo”.
El representante sindical del Periférico, Carlos Poveda, calculó que unos 50 trabajadores se han visto perjudicados.
El presidente del Movimiento Autónomo Independiente de Trabajadores del Sector Salud, Pablo Zambrano, señaló que la misma situación afecta a empleados de otros centros porque se trata de una nómina centralizada.
Agregó que en el Clínico Universitario acumulan una deuda de 29 millones de bolívares con el Seguro Social y que algunos empleados tienen esperando, al menos, 2 años para obtener la pensión.
Por: ADRIANA CHIRINOS CASTRO
VANESSA MORENO LOSADA
LISSETTE CARDONA
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martes 10 de septiembre, 2013
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