1900-1955
“Si la experiencia naciera con la juventud, la vida no tendría halagos. No habría luchas y por lo tanto incentivos para el esfuerzo, el ritmo del vivir sería de una monotonía desesperante.
Por fortuna la experiencia llega con la madurez.
Es la flor y el fruto de los fracasos y de los aciertos de donde se extrae la síntesis que hace posible el buen juzgar y el buen obrar. La mdurez es un estado de conciencia en que ya no se actúa por impulsos ciegos-los impulsos generosos de la juventud-, si no por fría reflexión, pesando los pros y los contras, calculando los grados de fracaso y acierto que caben en toda acción humana. Del error se pasa a la rectificación, si hay sinceridad y firme propósito de servir a una idea justa. Persistir en el error por orgullo u obstinación, es condenarse al fracaso irremediable.
La experiencia entonces no sirve de nada, mejor dicho, no se ha nacido.
La experiencia es una admisión de haber ensayado muchos caminos hallando al fin el que se buscaba. De humano es el errar. Pero también el de rectificar.
La democracia venezolana vive aún su periodo de juventud. Hemos hecho y continuamos haciendo ensayos y hasta ahora solo contamos fracasos porque el motor de nuestra acción ha sido el ciego impulso.
Cuando llegó el clima propicio, no procedimos con sensatez, no supimos aprovecharlo. El error está advertido. Quiere decir que estamos en condiciones de rectificar, en busca del camino justo. Hoy la vida y la experiencia imponen una rectificación”.
Esto lo transcribo y con infinito respeto y cariño de un artículo en el diario zuliano “Panorama” del 4 de febrero de 1941 escrito por ese gran venezolano que fue y es en nuestra historia democrática y periodística Valmore Rodriguez.
Yo tenía diez años cuando Valmore lo escribió y es de una vigencia impresionante en el momento que vivimos porque él es una lección de principios fundamentales en nuestra conciencia. En cada página que usted abra de de “sus escritos de época” usted encontrará lo que no podemos olvidar hoy:
“Del pasado nos vienen apremios tan claros como los del presente. El porvenir será de quien lucha por hacer desaparecer los vicios que deforman el organismo nacional. Nuestra inconformidad frente a los males actuales es un modo de expresar nuestro compromiso de liquidarlos a corto plazo”.
Lo que tenemos que hacer hay que hacerlo con lo que somos y lo que tenemos. Pero hay que hacerlo. Todo lo que nos exija este momento terrible tenemos que darlo.
No es fácil porque la exigencia es muy dura, uno quisiera que el liderazgo se dinamizara, respondiera a nuestras impaciencias, que la emoción fuera comprendida, escuchada.
No hay un día que no se nos humille, que no se nos mienta. La oposición, nosotros, los casi ocho millones que nos atrevimos a votar contra esto, sufrimos en carne viva este horror que quiere exterminarnos a nosotros y a nuestros hijos con venenosa intención desde las primeras letras.
Se gobierna, se manda, se incita, se contamina a los “seguidores” contra una población desarmada y silenciada, vejada y amenazada.
El único instrumento que nos queda es el voto.
Cada día el poder es más vil y más canalla. La unidad es nuestra fuerza. Después… no hay después si no hay votos.
No es fácil ni es justa la desventaja ni es soportable la barbarie. Pero la única manera de cambiar esto es unidos y votando. ¡No hay otra!
Por: Isa Dobles
@IsaOropeza
Politica | Opinión
Sabado 12 de Octubre del 2013
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