Vecinos de Edgardo Parra creen
que enterraba la plata…
■ Rumores de corrupción rodearon gestión y gobierno de Parra.
■ Hacienda sería investigada por presuntos delitos de estafa agravada.
■ Primera gestión socialista en Valencia finalizó envuelta en corrupción.
■ La administración de Edgardo Parra en la alcaldía de Valencia estuvo envuelta en rumores de corrupción.
■ Aseguran haber visto a funcionarios que se identificaron como miembros del servicio de inteligencia esculcando todos los rincones de la vivienda y escarbando en los jardines.
■ Obras sin concluir, infraestructuras entregadas a medias y la desaparición de dinero fueron algunas de las denuncias que se le hicieron a Parra, electo en las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela.
■ Para el abogado constitucionalista, Antonio Aure, Parra mantiene su condición de alcalde por cuanto no se ha declarado la ausencia absoluta ni sobre él existe una sentencia definitivamente firme.
Uno de los casos más sonados fue el de cuatro chequeras desaparecidas en mayo de 2012, a través de las cuales se cobró un millón 347 mil 419 bolívares. Cinco personas fueron detenidas. La concejal Gladys Valentiner responsabilizó en ese momento al alcalde Parra, al director de Hacienda y al jefe de Tesorería.
El directivo de la Academia de la Historia de Carabobo, Carlos Cruz, declaró que el escandaloso acto de la destitución del alcalde mantiene avergonzada a esta ciudad y que esta es la primera vez que un alcalde en ejercicio es separado de su cargo. Para el abogado constitucionalista, Antonio Aure, Parra mantiene su condición de alcalde por cuanto no se ha declarado la ausencia absoluta ni sobre él existe una sentencia definitivamente firme.
La primera gestión socialista en Valencia, calificada así por las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela, en varias oportunidades estuvo envuelta en rumores de corrupción y mala administración de recursos. Obras sin concluir, infraestructuras entregadas a medias y desaparición de dinero acompañaron a Edgardo Parra y su gobierno.
Uno de los casos más sonados apareció en mayo de 2012 cuando cuatro chequeras que daban un total de 110 cheques, desaparecieron del ayuntamiento. Con el extravío, también se fue un millón 347 mil 419 bolívares, cobrados en dos bancos y en cantidades no mayores a 13 mil bolívares.
Durante el escándalo, cuatro personas integrantes de la banda “Los Infiltrados” fueron detenidas. Libni Blanco, quien era analista de control financiero en la Dirección de Administración de la alcaldía y Manuel Moreno, quien se desempeñaba como mensajero. También Ender López y José Mejías que no trabajaban en el ayuntamiento.
En julio de este año la Policía Municipal capturó a un presunto estafador involucrado en el robo de 100 cheques, lo que completó un cuadro de cinco personas acusadas y una de ellas, Blanco, internada en el penal de Tocuyito. El sujeto aprehendido, identificado como “El Oscarcito” es el líder de la banda señalada como autora de las desapariciones. El resto de los involucrados estaría siendo procesado en tribunales.
El socio millonario de “Edgardito Parra”:
James Bell-Smythe Romero, de 39 años es miembro de una prominente familia de la burguesía valenciana e hijo de María Romero de Bell-Smythe, ex directora de personal de la gobernación de Carabobo durante la gestión de Salas-Feo. Asimismo está casado con Ana Cristina Arcay, hija del médico Gustavo Arcay, fundador y accionista del Centro Policlínico El Viñedo, uno de los más exclusivo de la capital carabobeña.
Las entidades donde se cobró el dinero fueron BOD, de la cual se retiraron 601 mil 896 bolívares correspondientes a la chequera 278351-278400 y 89 mil 600 bolívares de la chequera 278651-278700 y el Banco de Venezuela, que canceló 578 mil 823 bolívares de la chequera 3851-3900 y 77 mil 100 bolívares correspondiente a la chequera 4551-4600.Todos los cheques del BOD fueron depositados en la agencia de La Isabelica.
También se supo que los beneficiarios fueron Manuel Felipe Velásquez, quien según el portal del Consejo Nacional Electoral sufraga en la Unidad Educativa Lucrecia García en Iribarren, en Lara. José Rafael Mata sufraga en la escuela bolivariana Los Cacicatos, en Sucre. También Ender López quien ejerce su voto en la escuela bolivariana Rómulo Betancourt, en Falcón.
La concejal por la parroquia San José, Gladys Valentiner, aseguró en ese momento que la responsabilidad de la custodia de las chequeras recaía principalmente en tres personas: el alcalde Parra por ser el designado por los valencianos para administrar los recursos. Francisco Hernández, director de administración a quien le falsificaron la firma, y Maylen López jefe de la División de Tesorería.
El 16 de abril Francisco Hernández envió un oficio a Elsa Guardia, directora de Recursos Humanos y cuñada del alcalde, en el que pedía un procedimiento disciplinario contra los trabajadores: Leansy Guzmán, Carina Clavijo, Libni Blanco, Sandy Gutiérrez, Aura Castillo y Hens García, con el fin de determinar si se aplica la sanción de destitución a los funcionarios.
Cada uno dio distintos argumentos. Guzmán, quien fue la que se percató de un anormalidad en la numeración de los cheques, dijo que le pareció extraño que el responsable de la verificación de la disponibilidad bancaria no haya detectado la irregularidad.
Clavijo argumentó que no firmaba documentos y que solo realizaba oficios. Blanco no sabía de qué la acusaban. Gutiérrez estaba de vacaciones, la llamaron para declarar y la pusieron al tanto. Castillo aseguró que no manejaba chequeras y García que solo entregaba talonarios ya firmados.
Enterraba la plata:
A una semana de haberse iniciado una cadena de allanamientos que culminaron con la detención del alcalde Edgardo Parra, sus vecinos tienen fundadas razones para considerar que el burgomaestre mantenía su dinero enterrado.
Tales apreciaciones se desprenden por lo observado estas últimas noches en el interior de la quinta Mila, situada en la urbanización Valles de Camoruco, al norte de Valencia.
Aseguran haber visto a funcionarios que se identificaron como miembros del servicio de inteligencia esculcando todos los rincones de la vivienda y escarbando en los jardines.
Alirio Trujillo, vecino del encarcelado burgomaestre chavista, sostiene que las investigaciones se encuentran bien encaminadas aunque han entrado en una nueva fase que consiste en localizar el dinero que desfalcaron en el ayuntamiento. Admite que por ello las autoridades aún no han precisado la cantidad de bienes decomisados al alcalde y su entorno.
El trabajador jubilado recomendó a los investigadores tengan cuidado porque, según sus abuelos, todo aquel que le llegue a sus manos plata ajena que ha sido desenterrada y conforme lo vayan gastando se irá muriendo algún familiar cercano.
“Yo no creo en fantasmas ni leyendas, pero miren lo que está pasando en el país. Muchos políticos se han muerto de repente y la ciencia no sabe dar explicaciones”. Recordó además que no le resultaría extraño que hallaran algún tesoro bajo la tierra porque en esos valles los indios Tacarigua acostumbraban a enterrar sus riquezas.
Desde el pasado sábado cuando fue detenido Edgardo Parra la vivienda quedó deshabitada, incluso los policías municipales que la custodiaban fueron retirados. Tampoco han vuelto a ver a la esposa del burgomaestre señora Emilia Guardia de Parra.
Socialista en Valencia envueltos en corrupción:
La primera gestión socialista en Valencia, calificada así por las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela, en varias oportunidades estuvo envuelta en rumores de corrupción y mala administración de recursos. Obras sin concluir, infraestructuras entregadas a medias y desaparición de dinero acompañaron a Edgardo Parra y su gobierno.
Uno de los casos más sonados apareció en mayo de 2012 cuando cuatro chequeras que daban un total de 110 cheques, desaparecieron del ayuntamiento. Con el extravío, también se fue un millón 347 mil 419 bolívares, cobrados en dos bancos y en cantidades no mayores a 13 mil bolívares.
Durante el escándalo, cuatro personas integrantes de la banda “Los Infiltrados” fueron detenidas. Libni Blanco, quien era analista de control financiero en la Dirección de Administración de la alcaldía y Manuel Moreno, quien se desempeñaba como mensajero. También Ender López y José Mejías que no trabajaban en el ayuntamiento.
En julio de este año la Policía Municipal capturó a un presunto estafador involucrado en el robo de 100 cheques, lo que completó un cuadro de cinco personas acusadas y una de ellas, Blanco, internada en el penal de Tocuyito. El sujeto aprehendido, identificado como “El Oscarcito” es el líder de la banda señalada como autora de las desapariciones. El resto de los involucrados estaría siendo procesado en tribunales.
Las entidades donde se cobró el dinero fueron BOD, de la cual se retiraron 601 mil 896 bolívares correspondientes a la chequera 278351-278400 y 89 mil 600 bolívares de la chequera 278651-278700 y el Banco de Venezuela, que canceló 578 mil 823 bolívares de la chequera 3851-3900 y 77 mil 100 bolívares correspondiente a la chequera 4551-4600.Todos los cheques del BOD fueron depositados en la agencia de La Isabelica.
También se supo que los beneficiarios fueron Manuel Felipe Velásquez, quien según el portal del Consejo Nacional Electoral sufraga en la Unidad Educativa Lucrecia García en Iribarren, en Lara. José Rafael Mata sufraga en la escuela bolivariana Los Cacicatos, en Sucre. También Ender López quien ejerce su voto en la escuela bolivariana Rómulo Betancourt, en Falcón.
La concejal por la parroquia San José, Gladys Valentiner, aseguró en ese momento que la responsabilidad de la custodia de las chequeras recaía principalmente en tres personas: el alcalde Parra por ser el designado por los valencianos para administrar los recursos. Francisco Hernández, director de administración a quien le falsificaron la firma, y Maylen López jefe de la División de Tesorería.
El 16 de abril Francisco Hernández envió un oficio a Elsa Guardia, directora de Recursos Humanos y cuñada del alcalde, en el que pedía un procedimiento disciplinario contra los trabajadores: Leansy Guzmán, Carina Clavijo, Libni Blanco, Sandy Gutiérrez, Aura Castillo y Hens García, con el fin de determinar si se aplica la sanción de destitución a los funcionarios.
Cada uno dio distintos argumentos. Guzmán, quien fue la que se percató de un anormalidad en la numeración de los cheques, dijo que le pareció extraño que el responsable de la verificación de la disponibilidad bancaria no haya detectado la irregularidad.
Clavijo argumentó que no firmaba documentos y que solo realizaba oficios. Blanco no sabía de qué la acusaban. Gutiérrez estaba de vacaciones, la llamaron para declarar y la pusieron al tanto. Castillo aseguró que no manejaba chequeras y García que solo entregaba talonarios ya firmados.
Final policial pero no administrativo:
Con la detención de la quinta persona en julio, Parra explicó que el caso estaba policialmente cerrado y que el reintegro del dinero quedaba en manos de los bancos. Hasta la fecha no hay información del retorno del dinero.
Valentiner aseguró que el caso no puede estar totalmente resuelto porque se hizo un daño patrimonial que no ha sido resarcido, además que no hay manera de recuperar el dinero porque los bancos informaron de la supuesta autenticidad de las firmas. Recordó que hasta la fecha la Contraloría Municipal no ha entregado informes ni oficios sobre el caso.
Por: Ana Rodríguez Brazón
Axia Carvallo
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jueves 17 de octubre, 2013
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