Bolívar “fuerte” o Socialismo devaluado
■ Resulta que saltamos de una grave crisis económica a ser una potencia mundial de un solo tiro.
Mientras Nicolás Maduro, vivió con su padre, el comandante fallecido, habló poco. Muy poco. Siempre estuvo refugiado en el silencio para no notarse mucho. Porque los cargos que desempeñó no fueron conchas de ajo. Su estrategia de saber callar, solo fue interrumpida cuando comenzó a hablar con pajaritos y cuadros. Hasta ahí. De resto cazaba como el tigre: callaíto.
Pero durante los meses de la gravedad final del comandante, Maduro comenzó a tomar la delantera sobre los otros miembros del club y hacía sus reportes diarios: verdades, mentiras, no sabemos, sí sabemos, sobre la salud, paseos, recuperación, hijas, fotos de hijas con el enfermo, largas reuniones con el finado, largas caminatas con el comandante. Cadenas desde la madre patria; es decir Cuba. Muchas cadenas desde la isla. Esos meses de misterio sirvieron de entrenamiento. De allí pasó al primer plano mediático, no sin competir duramente con Arreaza y Villegas. Pero es cuando el comandante fallecido lo designa candidato a juro cuando se suelta de verdad. Ha dicho cosas muy ocurrentes como la multiplicación de los penes o ninfomanía cambiaria, en vez de orgía cambiaria. Ha confundido refranes y ha creado otros. Ha hablado del capital capitalista y ha acuñado nuevas definiciones filosóficas como pelucones o derecha parasitaria, cuando debería decir parásita. Tiene también algunos iconos de leyenda como la trilogía del mal, cuando debería ser el trío del mal. Una mala copia sin duda, del otro, el fallecido. Eso no quiere decir que tuviera gran cosa qué copiar, pero al menos era original.
Pero es ahora, en tiempos de guerra económica cuando se ha visto la parte académica de Maduro más afilada que nunca. Le mete a la economía y, como tal, es autor de la siguiente frase: tenemos una moneda fuerte que seguirá siendo fuerte por muchos años. Y no se queda ahí. Veamos.
“El Estado venezolano cuenta con los recursos económicos necesarios para fortalecer la inversión social y hacer que el 2014 sea un buen año”.
“Les digo que el año 2014 va a ser un buen año en todos los sentidos, porque tenemos los recursos que necesitamos para la inversión”.
“La ofensiva económica que impulsamos forma parte de un nuevo clima económico para estabilizar y regularizar la economía nacional. Llamo a todo el pueblo venezolano, sin distinción de ideología, a unirse en trabajo y solidaridad en pro del desarrollo”.
“Las medidas contra la especulación y la usura que hemos tomado incidirán en el descenso de los precios de productos básicos y alimentos”.
“Nuestra patria lo tiene todo para posicionarse como una potencia económica en el hemisferio”.
Que Dios lo oiga.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
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EL UNIVERSAL
miércoles 27 de noviembre de 2013
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