“Si queremos el mal o el bien, o no
nos importa nada lo uno o lo otro..”
■ El prepararnos ya para la Navidad nos trajo una inmensa alegría a los venezolanos.
Ha creado una esperanza en el ambiente y una sonrisa en nuestros labios. Felizmente se despertó entre nosotros un entusiasmo por el voto para este domingo. Nuestra conciencia se iluminó y cerró el espacio para la resignación y para los afligidos. Al mismo tiempo hay alegría en nuestros corazones por la preparación para la venida de nuestro señor Jesucristo, con la entrada de la primera semana de adviento, del comienzo de un nuevo Año Litúrgico. Para este sábado 7 a las 7 (bíblico), debemos cumplir una tarea, unidos en oración por Venezuela, estamos convocados en familia a ofrecer un Santo Rosario a nuestra Señora de Coromoto, patrona de nuestra patria. No olvidemos que Jesucristo es un Dios de paz. Y nos dice:”Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”.
Durante todos estos años hemos recibido amenazas, ofensas, maltratos y muchos han muerto a causa de la violencia desatada. Se han violado nuestros derechos y no hemos encontrado apoyo en la justicia. No vivimos en paz. Vivimos en una guerra no declarada, cargada de insultos y humillaciones a nuestra dignidad. Dios sabe que no hemos respondido con las mismas armas. Hemos utilizado el voto como defensa y aquí estamos, conscientes de que nuestra dignidad no puede ser negociada y es por ello que para nosotros el voto tiene el precio del honor. Este domingo vamos a una nueva batalla. Pensaron que iban a lograr amedrentarnos, infundirnos temor con persecuciones a líderes de la oposición, pero no; el hombre cuando piensa en su libertad no se abstiene, ni lo contiene nadie, ni mancilla su honra Y menos si sabe que Dios está con él.
Son muy pocos, pero hemos escuchado a algunos de los nuestros decir que están cansados. Si tomamos las palabras de Pablo a los romanos, son las mismas que podemos utilizar nosotros al hacer el recuento de nuestra lucha. Decía el apóstol: “tomen en cuenta el momento en que vivimos. Ya es hora de que se despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer”. Y nosotros, hoy creemos más que cuando comenzamos y somos más que cuando iniciamos el camino de la lucha por la paz y la libertad. Y mañana seremos más, pero no podemos dejarle la carga a una sola persona. Este domingo vamos a votar, movilicemos a los demás y cuidemos el voto. Y si alguien piensa quedarse en su casa porque está cansado o porque no le importa lo que suceda, lo recomendable es que primero hable con Dios. Es necesario que escuchemos a nuestro Padre.
La mejor arma que tenemos los hijos de Dios es la oración. Jesucristo nos enseñó el Padre Nuestro y en él, al final de la oración, apunta: “Líbranos del mal”. Es ese el llamado que imploramos a Dios los venezolanos en estos momentos tan difíciles que vivimos. Tengamos fe en Dios y asumamos nuestra responsabilidad como ciudadanos, ejerzamos el derecho que tenemos con el voto a elegir lo malo o lo bueno para nuestro país, porque así como le pedimos a Dios que se preocupe por nosotros, nosotros también debemos preocuparnos por el destino de nuestro país. Si queremos el mal o el bien, o no nos importa nada lo uno o lo otro, será una decisión nuestra, no de Dios. Dios no duda en hacer el bien, no le gusta el “agua tibia” y no permite que sus hijos se acerquen al mal. Él nos ayuda cuando se la pedimos en oración. ¡Votemos! por el amor de Dios. ¡Feliz Navidad!
Por: Lenín Valero
(Periodista)
leninvalero1@hotmail.com
@valeromarquez
Valera, miercoles 05 de Diciembre del 2013
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