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    VIOLENCIA: cambia diametralmente el estilo de vida de prostitutas



    VIOLENCIA, cambia diametralmente el estilo de vida de prostitutas en Venezuela

    El chavismo cambió hasta el trabajo
    de las prostitutas en Venezuela


     

    Muchos hombres se prostituyen para sobrevivir en Venezuela.

    La “prostitución de lujo” se extiende en universidades venezolanas.

    La crisis económica es la razón recurrente por la que muchas mujeres deciden vender sus cuerpos.

    En el Estado oriental venezolano de Anzoátegui la prostitución alcanza niveles alarmantes. Aquí un trabajo (video) de Investigación en el que nos adentramos en este crudo mundo. realizado por la Periodista Fiorella Perfetto.

    La inseguridad que azota a los venezolanos también ha cambiado diametralmente el estilo de vida y horarios de las mujeres que prestan favores sexuales en la capital.

    En nuestro recorrido por las diversas “casas de citas” existentes en Caracas, nos topamos con una realidad que, hasta ese preciso momento, ignorábamos por completo.

    Caracas.- La inseguridad galopante que azota a los ciudadanos en Venezuela, también ha cambiado diametralmente el estilo de vida y horarios de las mujeres que prestan favores sexuales. Ahora laboran prácticamente en turnos de oficina, ya que después de las siete de la noche, no pueden deambular por las calles de la que una vez fue considerada “La capital del cielo”.

    La prostitución en Venezuela ha incrementado este servicio a raíz de la realidad económica que se vive en ese país sudamericano, fuimos a uno de las casas de mayor antigüedad en la capital venezolana. Ubicado en pleno centro de la cosmopolita y agitada ciudad, este establecimiento ha sido uno de los principales prestadores de servicios sexuales, para hombres con recursos más limitados. A diferencia de nuestras primeras entregas en las que se habló de una prostitución de “alto nivel”, aquí se recogen los testimonios de las trabajadoras sexuales tradicionales, quienes luchan con una férrea competencia, pero que sin embargo ganan o producen más dinero que los primeros.

    Tres testimonios, una realidad:​

    Al entran al lugar, se pudo percibir el trajinar diario al cual se someten estas venezolanas. Algunas muy jóvenes; otras con el peso de los años y las marcas típicas que este oficio deja en sus cansados cuerpos.

    En ese preciso instante salió de la habitación la primera de nuestras entrevistadas, una joven de apenas 19 años, quien con algo de temor se acercó a nosotros para contarnos su historia.

    –¿Por qué comenzaste a hacer esto?

    -Quería sacar a mi familia adelante y el dinero no me alcanzaba. Lo hago por mi familia, aunque en este trabajo ocurren muchas cosas y se corre mucho peligro. También llegan aquí muchos tipos locos. Las enfermedades. Somos demasiado cuidadosas con las enfermedades, porque uno generalmente no conoce a su cliente.

    –¿Haces otra cosa aparte de oficio?

    -No me lo vas a creer, pero soy enfermera. Comencé en este trabajo porque el dinero no me alcanzaba. No entiendo como sobrevive una persona con un sueldo mínimo.

    –¿Sabes qué existen unas chicas en tu oficio que las llaman VIP?

    -Sí, pero debes saber que en el mundo hay mentalidades diferentes. Hay hombres a los que les gustan las mujeres así y a otros como nosotras, que seamos naturales. Hay hombres que les gustan gorditas, operadas, todas artificiales, hay de todo. Ellas hacen su trabajo y nosotras el nuestro”.

    -En ese momento, entró en la conversación otra de las chicas que se encontraba presente en el lugar. Ella, a diferencia de la primera, ya no trabaja allí.

    –¿Por cuanto tiempo hiciste este oficio?

    -Estuve haciendo esto por cuatro años. Lo hice por mis hijos. Alcancé la meta que me había establecido y me salí. Eso es lo que deben hacer las mujeres que entran a este negocio.

    -Mi hijo mayor lo supo, pero me apoyó. El me dio la fuerza para dejar esto y seguir adelante.

    –¿Se han sentido mal por lo que hacen?

    -La más joven contestó: “No siento que lo que haga está mal. Lo hago por el bien de mi familia. Ahorita un sueldo mínimo no te alcanza para nada. Fíjate, yo soy enfermera y acepté este empleo porque me da más dinero”.

    -La segunda, agregó: “Aquí tengo la posibilidad de ganar más. Yo no entiendo como hace una persona con sueldo mínimo para mantenerse con lo caro que está todo. Quien tiene un hijo se muere de hambre.

    –Por lo que dicen, ¿recomendarían a alguien que ejerciera este oficio para vivir?

    Ambas, luego de mirarse a los ojos, voltearon y al unísono respondieron: “No”. Jamás le diría a alguien que hiciera esto. Yo lo hago porque llegué aquí. Me puse a averiguar y conocí a una amiga que lo hacía y ella me ayudó a venir aquí, aseveró una de las entrevistadas.

    –En promedio, ¿Cuánto ganan semanalmente?

    -Dependiendo. Si es una buena semana podemos ganar entre 20 o 25 mil bolívares semanales. En este trabajo tienes que invertir bien el dinero. Esta plata que se gana aquí no se ve, se va muy rápido.

    La pregunta que no podía faltar, dado el escenario donde se realizó la entrevista…

    –¿Es dura la vida que llevan?

    -Somos muy criticadas. Nos escondemos, porque a muchas sus familias no las apoyan y las juzgan. Eso no es fácil. Como hay personas que no nos rechazan y nos entienden. Este trabajo es paciencia, esperar muchas cosas porque todos los días es diferente. Trabajamos de lunes a lunes.

    La primera entrevistada agregó, “con 19 años les digo que piensen bien las cosas. Yo lo hago porque tengo una meta y cuando la cumpla pienso salirme de este mundo. Que no anden con la cabeza loca”.

    Justo al momento que culminaba la entrevista, otra de las chicas que labora en el lugar, se unió a la conversación y con tono hilarante expresó que se ríe de quienes las juzgan, porque nadie mantiene cuatro hijos con un sueldo mínimo.

    –¿…Y cuál es tu historia?

    -“Cuando entré aquí lo hice como personal de mantenimiento y con eso jamás podría mantener a mis cuatro hijos. Ahora no solo me alcanza, sino que estoy reuniendo para comprar mi casa. A nadie le importa lo que hacemos ni como lo hacemos. Solo a nosotras y a los seres a quienes le importamos”

    Con este testimonio, se cierra una breve serie de tres capítulos de la prostitución en Venezuela, y como este oficio se ha convertido en un lucrativo negocio para muchas personas.

    Esta serie de reportajes de investigación, no se pretende juzgar, ni justificar la actividad realizada por estos venezolanos, solo se mostró la realidad a la que se enfrentan muchos ciudadanos, quienes así cuenten cuenten con un título universitario (en la mayoría de los casos expuestos), deben recurrir al oficio más antiguo del mundo para sobrevivir en Venezuela.


    Por: Redacción/R24
    Fiorella Perfetto
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    Caracas, lunes 8 de septiembre, 2014

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