LUIS ALFREDO RAPOZO: Parir en Caracas, es un drama

May 3, 2018

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LUIS ALFREDO RAPOZO, Parir en Caracas, es un drama

El duro mundo que le espera a
las parturienta en revolución…

Los centros maternos caraqueños, necesitan medicamentos, equipos, insumos y aportes, que le permitan elevar la higiene de su entorno evadiendo la contaminación; que le permita mejorar su importante servicio social…”.

■ El hambre, la desnutrición y la pobreza acompañan a la parturienta en su labor de parto.

[E]ntonces, esa tarde en medio de un agobiante calor…el padre del niño y su abuela, recibieron la noticia en el portón de la “Maternidad Concepción Palacios” sobre el nacimiento del primer hijo de Ana, una joven caraqueña de 21 años. “Fue cesárea” –dijo la enfermera con su rostro que reflejaba el amor por su profesión, pero con una delgadez extrema como si el hambre le estuviera comiendo el cuerpo. El pequeño grupo familiar había anclado su trajinar en la institución de la Av. San Martín, después de recorrer varios centros buscando atención médica, gracias a que allí podían hacerle transfusión sanguínea, en contraposición a que otros centros maternos no tenían el equipo necesario.

Precisamente, como la parturienta tenía baja la hemoglobina, fue remitida desde La maternidad Santa Ana a cualquier centro que pudiera ayudarla- pero sin orden de traslado, todo de boca, porque no tienen formatos, ni sellos, ni papel para hacer una nota… ya que era muy riesgoso atenderla, presentando esa escala sanguínea: la muchacha se veía tan amarilla, que cualquiera pensaría que era de ascendencia china. ¿Y por qué tenía la hemoglobina tan baja? –se pregunta cualquier cristiano curioso que se encuentra deambulando en un materno-, pues, sencillamente por la mala alimentación, entonces podrán imaginarse, la cantidad de muchachas que llegan a parir, que necesitan de una transfusión…entonces, la enfermera gritaba desde lapuerta de emergencia: “les digo que…mujer embrazada que venga con la hemoglobina por debajo de 8, no será atendida, aquí “. A pesar que se detectó la baja referida, la desnutrición y mala alimentación era demasiado fuerte y no crean que sea un asunto solamente familiar.

El número de embarazadas que llegan a los centros maternos mal nutridas y con bajo peso de la criatura, es una cosa alarmante -me dijo una enfermera que explicaba la necesidad de transferir a la paciente-. Es decir, que desnutrición no es el cuadro de fulana, ni sutana; sencillamente, es un problema social; extendido, masificado Y por cierto la enfermera le decía a las muchachas que eran aceptadas en emergencia: “Les digo que deben colaborar con un litro de cloro y otro de jabón líquido para poder atenderlas, paciente que no entregue la colaboración no será atendida”. Eso quiere decir, que el centro materno, no puede cumplir con sus labores de aseo y ello explica el alto nivel de contaminación en la Santa Ana y la espantosa cantidad de niños fallecidos como si hubiesen sido víctima del ataque aéreo de un escuadrón suicida de esos que manda USA al medio oriente para devastar todo.

En el trajinar de la muchacha a varios centros, se descubre que el materno de Lídice en La Pastora, está cerrado desde hace 9 años… Da la impresión que esa institución se está cayendo sola como si quedara en Macondo; como si una especie de fiebre inmensa saliera del fondo de la tierra y derritiera las paredes hasta convertirlas en tierra, monte, basura y cagada de perros. ¿Y la Dirección del Hospital de Lídice no acciona sobre la materia, para abrirle una puerta a las embarazadas de la zona norte de Caracas?-“No, de ninguna manera, no hacen nada. El Director es un militar que no está pendiente de darle salud a las pastoreñas”-dijo una señora, vecina del lugar.

Ya en la mañana después de descubrir la inexistencia en Lídice, visitaron el materno de Catia y resulta que no estaban recibiendo parturientas porque tienen un serio déficit de personal médico. No hay pediatra. La mamá de la muchacha acariciaba la idea de conseguir una mujer ducha en el arte de traer niños al mundo, en casa, que supuestamente vive en uno de los bloques de Diego de Lozada” pero se le dijo que era contraproducente, que no inventara cosas y así, llegaron al materno de Caricuao, donde tampoco pudieron ingresar a la muchacha; luego, fueron al materno de El Valle y ni siquiera pudieron asomar la cabeza por una ventanilla.

Finalmente, decidieron acudir a la Maternidad Concepción Palacios, con el temor de conseguirla abarrotada de embarazadas que no pueden pagar una clínica y que generalmente vienen de sectores populares y cada vez, más pobres. Pero, fue manejable la situación y para sorpresa de los visitantes, el personal trató de atender bien a la pálida señora Ana. La muchacha tuvo mucha suerte y fue admitida, de lo contrario, seguramente se hubiese llamado a los bomberos para que ayudaran en el alumbramiento, en la parte trasera del vehículo que la transportaba por toda Caracas.

Ese es el primer detalle que se observa en la maternidad Concepción palacios, es la extrema pobreza que presentan las parturientas y la mayoría son jovencitas-que sinceramente pone a pensar en la relación nacimientos vs. nivel de ingresos; la carencia de dinero para sufragar los gastos de un embarazo son más que evidentes y muchas no tienen dinero para comprar un paquete de pañales que cubran las primeras horas del recién nacido. Cuando uno observa a una muchacha pálida con los ojos amarillentos y cara de hambre, se imagina inmediatamente a la criatura pequeñita que lleva en su vientre y en el duro mundo que le espera en alguna habitación de una casa de Caracas donde una franelita nueva es un lujo.

El padre y la abuela se fueron felices a casa, al saber que ambos estaban estables y dejaron atrás la fetidez a orinas, que rodea el área de emergencia, su sociedad y la legión de perros, que nunca falta en un lugar totalmente insalubre y nada aseado… Pero, antes una enfermera les dijo que trataran de ir bien temprano en la mañana que atendieran a la muchacha y les recordó que la maternidad no está dando comidas, por lo que deben presentarse con su desayuno, almuerzo y cena… de lo contrario la joven madre pasará hambre.

*Luis Alfredo Rapozo, La Sociologia en aplicacion es mi vida. Escribo analizando el entorno en plena libertad de ideas. (Caracas-Anzoategui y en Uchire).

Por: Luis Alfredo Rapozo
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luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
Caracas, jueves 05 de mayo de 2018

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