LUIS ALFREDO RAPOZO: Nota sobre El Negro Primero

February 12, 2016

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LUIS ALFREDO RAPOZO, Nota sobre El Negro Primero — Mucha gente desconoce que el el teniente Pedro Camejo “Negro Primero” estuvo inicialmente peleando bajo las órdenes de José Antonio Yañez, caudillo canario que defendía la corona española, en su primera etapa de unos tres años,-como mucho indio, mestizo y afro descendiente…

“Una investigación para corregir
los gazapos de la historia…”

■ En el mes de Junio del año 2015 los restos simbólicos del teniente Pedro Camejo ingresaron al Panteón Nacional.

E

sa semana en mi columna de opinión en el diario de Puerto La Cruz, El Tiempo, escribí dándole la bienvenida al Negro Primero a ese santuario nacional, entonces me puse a investigar algunas bibliotecas y descubrí que no existe un material que hable sobre el héroe en forma clara y precisa; es decir, esos datos que son necesarios conocer de parte de las nuevas generaciones, que se forman en nuestra escuela primaria y secundaria.

Entonces, me dije que es necesario investigar sobre el tema y apoyar a los investigadores sociales para que publiquen sus trabajos y por supuesto, se difundan. Por otra parte, hay que remendar entuertos que están fijos en la memoria popular.

Ustedes saben que Camejo nació en 1790 y quizás fue el primer muerto el 24 de Junio, en la Batalla de Carabobo, pero resulta que le dieron los tiros y allí quedó como cualquier cristiano tirado en el campo, quizás de dos balazos.

En ningún momento siguió montado en su caballo como si fuera un alma en pena; como si fuera un ser fuera de este mundo que conduce su caballo hacia el catire Páez, para despedirse porque estaba muerto.

La idea principal que recuerda al héroe es su muerte valiente pintada en cuadros épicos y recordada en canciones donde describen la despedida dialogada con Páez, asunto que la primera lanza de los llanos menciona en su autobiografía, y donde desmiente y hasta crítica:

“Cuando llama a la cordura, al sentido común ¿Quién va a creer que un hombre mal herido, con el pecho abierto se va a despedir con semejante dialogo…?”.

Son cosas que solo se le ocurre a un poeta-digo yo-, en este caso a Eduardo Blanco, en su obra “Venezuela Heroica”, que por cierto fue edecán del General Páez durante su Presidencia.

La idea de escribir estas notas, es precisamente la de levantar una especie de barricada, que permita acumular planteamientos y fomentar la investigación para corregir los gazapos de la historia.

Esa misma semana del acontecimiento que les dije, me acerqué al Panteón Nacional para compartir con algunos visitantes que hacían presencia militante para rendirle humildes honores al negro, me refiero a gente del pueblo llano que venían en grupos desde distintas partes del país, sobre todo de Miranda, Aragua, Carabobo, Vargas y parte del Guarico.

La mayoría de los visitantes llegaban en forma organizada desde el estado Miranda, que es una zona negroide por excelencia, específicamente trabajadores del cacao, cultores populares con su diversidad de tambores, y otras manifestaciones religiosas menos bulliciosas que llegaban de Caucagua, Higuerote y otros pueblos cercanos.

Con un pequeño grupo de estos visitantes estuve conversando y me hicieron saber “…de su orgullo, que llegara el primer negro barloventeño al altar de la patria”.

Naturalmente, yo me quedé sorprendido y entonces se planteó un intercambio de opiniones donde yo les decía que “…Pedro Camejo no era barloventeño, que nunca en su vida pisó tierra mirandina.” Yo les decía que Camejo fue un llanero nacido bien adentro en el Apure y los visitantes se quedaron con los ojos blancos y los brazos caídos como si la noticia le hubiera retumbado en el espíritu.

Muchos no me creyeron y hasta se molestaron con mis palabras.

Allí fue cuando me di cuenta del gran vacío informativo que existe y además falsas percepciones.

Yo entiendo que “el negro Primero” está en los altares dentro de los hogares venezolanos desde hace mucho tiempo, como parte de una triada compuesta por el negro, el blanco y el indio; yo entiendo el sentimiento que tiene la gente barloventeña no solo hacia este hombre, sino también hacia la negra Matea -que tampoco fue barloventeña- y otros representantes negros que destacan de alguna manera en la historia republicana… pero, hay que poner las cosas en su lugar… recuerdo que le dije a los visitantes mirandinos ese día frente al panteón nacional:

“Yo creo que hoy se reconoce la participación afrodescendientes en el proceso independentista; yo creo que con Camejo, entra simbólicamente al panteón, el reconocimiento de la sangre derramada afrodescendiente en la gesta libertaria.

Entonces, los negros me respondieron:

“Bueno, no importa que no sea barloventeño, hoy venimos a apoyar a uno de los nuestros” y sacaron sus botellas de aguardiente y sus tabacos encendidos como parte del festejo…”.

No solo es desconocimiento de su vida, cosa que es natural en cierta forma, porque “el Negro Primero” fue un esclavo liberado y ¿Quién va a documentar suficientemente la vida de un esclavo? No es lo mismo investigar a Bolívar, un gran Cacao de quien existe partida de nacimiento, claridad de su procedencia, evidencia de esto y de aquello, cartas, documentos importantes y reconocimientos; que hablar de Camejo, que no sabia leer ni escribir y que además falleció a los 31 años, después de unos 11 años al servicio de la guerra, sea del lado realista o del lado republicano.

Por cierto, que mucha gente desconoce que el negro estuvo inicialmente peleando bajo las órdenes de José Antonio Yañez, caudillo canario que defendía la corona española, en su primera etapa de unos tres años,-como mucho indio, mestizo y afro descendiente-.

Hay mucho que decir y es que al principio de la guerra, los mantuanos no habían incorporado al resto de las castas en el proceso, ese asunto se entendió posteriormente y el mismo Bolívar pasó por un proceso de reflexión después de la pérdida de la 2da república, donde llegó a la conclusión de incorporar a todo aquel venezolano contra la corona e introducir otros asuntos como la abolición de la esclavitud y la guerra a muerte.

Quiero hacer mención a dos aspectos interesantes en la vida personal del Negro Pedro Camejo: Primero, decir que cuando el Negro Primero entró a la guerra no pensaba en la libertad de Venezuela, ni nada por el estilo. Tan es así que ingresa en el bando español como lo hizo mucha gente, tanto con Boves como con Yañez.

Ellos –negros, indios, mestizos, mulatos, pardos-, participan con la promesas de obtener algún rédito, vestido, calzado, dinero, caballo, etc., porque un esclavo andaba casi desnudo entregando su trabajo y cualquier ofrecimiento de sacar provecho al conflicto era una cosa demasiado atractiva.

Es luego, que la ideología, la idea de libertad y otros valores alimentan las motivaciones para luchar contra España y a favor de la independencia. Segundo, que la esposa de Camejo, Juanita Solórzano, estuvo casi mendigando en Caracas los haberes militares que le correspondían al teniente, por un espacio de casi 25 años.

Gracias a que Páez la conoció y que para el año 1846-1847 era Presidente de la República, que le reconocen su derecho y entonces le dieron unos 6 mil pesos y unas tierras en Barinas.

Finalmente, pienso que Páez es el hacedor de Pedro Camejo, tanto en el campo de batalla como posteriormente a su muerte. Sin Páez, el Negro Primero, fuera una brizna en el viento, que no hubiese dejado nada para la memoria de un pueblo, como sucedió con mucha gente y cuyos nombres no se conocen.

En el panteón se encuentran los restos simbólicos de Camejo.

Lamentablemente, sus restos se extraviaron. Como ustedes podrán imaginar, en el campo de Carabobo, al final de la jornada de aquel 24 de Junio debieron haber unos 3000 cadáveres, los cuales fueron quemados, pero el negro Primero había manifestado su deseo, que sus restos estuvieran en campo santo.

De esa manera, se supone que fue llevado junto a cinco o seis oficiales a una iglesia que queda hacia las afueras del campo, rumbo a San Carlos y allí estuvo un buen tiempo.

Luego, en un proceso de remodelación de la iglesia, los restos fueron trasladados a un cementerio y no tomaron las previsiones pertinentes. Es cuestión de seguir con las investigaciones.

Dicho lo anterior, les dejo estas notas escritas, sin santo ni seña.

*Luis Alfredo Rapozo, La Sociologia en aplicacion es mi vida. Escribo analizando el entorno en plena libertad de ideas. (Caracas-Anzoategui y en Uchire).

Por: Luis Alfredo Rapozo
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luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
Caracas, martes 09 de febrero 2016

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“Cuando llama a la cordura, al sentido común ¿Quién va a creer que un hombre mal herido, con el pecho abierto se va a despedir con semejante dialogo…?”.

“Bueno, no importa que no sea barloventeño, hoy venimos a apoyar a uno de los nuestros” y sacaron sus botellas de aguardiente y sus tabacos encendidos como parte del festejo…”.